/ martes 26 de marzo de 2024

Crónica del poder / El turismo debe alejarse de la nimiedad y estancamiento

Muy sano y alentador que este 2024 las expectativas de la economía estatal deban superar los pasados tres años de turbulencias y crisis por la pandemia y luego por la violencia e inseguridad que provocaron una muy negativa percepción de Zacatecas en el mundo y que desde el Departamento de Estado en el vecino país del norte sucesivamente recomendaron no viajar a nuestra entidad e incluso internamente se experimentó una notable reducción de visitantes que descendió hasta un 29.7 por ciento de ocupación hotelera, la segunda ciudad con menor ocupación en el país, lo que proyectó un grave retroceso de los ingresos por turismo.

Por lo visto en éstos primeros días vacacionales de la Semana Santa y el Festival Cultural de la Paz, se advierten amplias posibilidades de un despegue más favorable y que a la hora del recuento sobrevenga una derrama económica que refleje mayor crecimiento e impulso a las actividades comerciales, culturales y turísticas, que como señala Jesús López del Bosque, el Presidente de la Cámara Nacional de Comercio , Servicios y Turismo de Zacatecas, la Canacozac, por los mejores niveles de seguridad, la operación del blindaje por las fuerzas públicas se generen ambientes de atracción turística y atmósfera de confianza en los migrantes y visitantes extranjeros y del país.

Lo que llama poderosamente la atención es la nimiedad de la expectativa económica de apenas 200 millones de pesos en esta etapa de asueto, una levedad o minucia, que dicho con todo respeto, es un esfuerzo que no corresponde a las aspiraciones de la sociedad ni de los gobiernos estatal y municipales, porque se refleja que las dimensiones programáticas, promocionales, de difusión, publicidad y creatividad son también exiguas o insuficientes, efecto que es contrastable con los de estados en el entorno como Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Jalisco o ante el panorama nacional que solo en enero anterior registró ingresos por turismo que sumaron 3 mil 143 millones de dólares, cifras u otros datos que traducen el estancamiento de Zacatecas en su economía y en materia turística.

Se trata pues de una realidad que no significa auténtico poder transformador, porque las metas que se alcanzan son leves, mínimas, cuando la grandeza estructural del patrimonio cultural, histórico, arquitectónico y de servicios es gigantesco, por consecuencia Zacatecas no merece tan insignificancia en el escenario nacional e internacional, al contrario, deberán redoblar capacidad promocional y de fortalecimiento de la estructura hotelera, restaurantera y de los espacios culturales, para que sea ofertada la más elevada calidad en los servicios y sea alcanzada la meta superior, una dimensión más ambiciosa de la coordinación de proyectos y esfuerzos del gobierno y el sector económico, hasta que sea recuperada la expectativa justa y más razonable que la grandeza del estado y sus recursos turísticos y culturales merecen.

Así pues, los esfuerzos y efectos de la pacificación que transcurre alentadora e inyectora de optimismo hacia el reencuentro de la estabilidad y certidumbre, tienen que incrementar y fortalecer la imagen estatal y por consecuencia trazar metas con estimación de pronósticos que reflejen cómo se abandonan las debilidades que hoy se exhiben, que sea superado el negativo escenario de estancamiento y sobrevenga un panorama más positivo, más justo y ambicioso, que corresponda a la grandeza de Zacatecas y sus pueblos mágicos, que son todos.

Muy sano y alentador que este 2024 las expectativas de la economía estatal deban superar los pasados tres años de turbulencias y crisis por la pandemia y luego por la violencia e inseguridad que provocaron una muy negativa percepción de Zacatecas en el mundo y que desde el Departamento de Estado en el vecino país del norte sucesivamente recomendaron no viajar a nuestra entidad e incluso internamente se experimentó una notable reducción de visitantes que descendió hasta un 29.7 por ciento de ocupación hotelera, la segunda ciudad con menor ocupación en el país, lo que proyectó un grave retroceso de los ingresos por turismo.

Por lo visto en éstos primeros días vacacionales de la Semana Santa y el Festival Cultural de la Paz, se advierten amplias posibilidades de un despegue más favorable y que a la hora del recuento sobrevenga una derrama económica que refleje mayor crecimiento e impulso a las actividades comerciales, culturales y turísticas, que como señala Jesús López del Bosque, el Presidente de la Cámara Nacional de Comercio , Servicios y Turismo de Zacatecas, la Canacozac, por los mejores niveles de seguridad, la operación del blindaje por las fuerzas públicas se generen ambientes de atracción turística y atmósfera de confianza en los migrantes y visitantes extranjeros y del país.

Lo que llama poderosamente la atención es la nimiedad de la expectativa económica de apenas 200 millones de pesos en esta etapa de asueto, una levedad o minucia, que dicho con todo respeto, es un esfuerzo que no corresponde a las aspiraciones de la sociedad ni de los gobiernos estatal y municipales, porque se refleja que las dimensiones programáticas, promocionales, de difusión, publicidad y creatividad son también exiguas o insuficientes, efecto que es contrastable con los de estados en el entorno como Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Jalisco o ante el panorama nacional que solo en enero anterior registró ingresos por turismo que sumaron 3 mil 143 millones de dólares, cifras u otros datos que traducen el estancamiento de Zacatecas en su economía y en materia turística.

Se trata pues de una realidad que no significa auténtico poder transformador, porque las metas que se alcanzan son leves, mínimas, cuando la grandeza estructural del patrimonio cultural, histórico, arquitectónico y de servicios es gigantesco, por consecuencia Zacatecas no merece tan insignificancia en el escenario nacional e internacional, al contrario, deberán redoblar capacidad promocional y de fortalecimiento de la estructura hotelera, restaurantera y de los espacios culturales, para que sea ofertada la más elevada calidad en los servicios y sea alcanzada la meta superior, una dimensión más ambiciosa de la coordinación de proyectos y esfuerzos del gobierno y el sector económico, hasta que sea recuperada la expectativa justa y más razonable que la grandeza del estado y sus recursos turísticos y culturales merecen.

Así pues, los esfuerzos y efectos de la pacificación que transcurre alentadora e inyectora de optimismo hacia el reencuentro de la estabilidad y certidumbre, tienen que incrementar y fortalecer la imagen estatal y por consecuencia trazar metas con estimación de pronósticos que reflejen cómo se abandonan las debilidades que hoy se exhiben, que sea superado el negativo escenario de estancamiento y sobrevenga un panorama más positivo, más justo y ambicioso, que corresponda a la grandeza de Zacatecas y sus pueblos mágicos, que son todos.