/ miércoles 24 de junio de 2020

Crónica del Poder | México y Zacatecas con instituciones confiables

Sismo el que nos espera a los mexicanos el próximo 6 de junio de 2021, con epicentro en la Ciudad de México, temblará desde Tijuana y Matamoros, hasta Oaxaca y Yucatán, obvio, pasando por el Cerro de La Bufa. Por cierto, ayer ya muchos colorados que pintan verdoso con guinda, celebraron la Toma de Zacatecas, ya se sienten empoderados desde Palacio de Gobierno, comen ansias y se tragan las vísperas.

Divididos como se exhiben, en el Morena, el Verde Ecologista y del Trabajo, advierten que "este arroz ya se coció", que tienen en la bolsa la gubernatura, los 4 diputados federales, y las mayorías en la legislatura y los ayuntamientos. Subestiman a los opositores y será inconcebible que "ya den por muertos" a los priistas Alejandro Tello y Miguel Alonso, quienes ya establecieron poderosas estrategias con la dirigencia nacional de Alejandro Moreno, y seguramente que no van solos sino que avezados ya en estos menesteres, no se precipitan y con prudencia, serenidad y más mesura, miden los tiempos y lanzan enlaces hacia el PAN, PRD, MC y la chiquillada.

En política nada está seguro, todo puede pasar y todo es reversible, como dicen, "del plato a la boca se cae la sopa". Por eso, se equivocan los morenos de David Monreal y se crecen los de Saúl Monreal, el Oso Medina, Ulises Mejía, José Narro y Alfonso Ramírez, porque ni entre ellos están seguros, hay tambaleos, titubeos, incertidumbre y, si así continúan en la confrontación y con las erróneas mediciones, van a dar al traste con el proyecto político de la cuarta transformación del Presidente López Obrador.

Desde la perspectiva comunicacional y el análisis político que a diario se enciman en el proceso todavía preelectoral, se considera que no se debe tensar el escenario, ni desvirtuar las grandes expectativas democráticas en la elección histórica 2021; insistir en atizar las hogueras solo reproducen más riesgos y peligros innecesarios; atacar a las instituciones electorales con la intención de sujetarlas a intereses políticos y gubernamentales, será atentar contra la vida democrática de los mexicanos; es inaceptable e inadmisible promover el desprestigio a las instituciones como el INE, los Tribunales Electorales y los Organismos Públicos Locales Electorales en todos los estados, como aquí el IEEZ; no se vale confundir, no se vale degradar para desorientar a los ciudadanos e inducirlos o provocarles desconfianza. Desde los espacios y posiciones de poder, se debe actuar con prudencia, mucha sensibilidad, no es aconsejable ni razonable lanzar ofensivas para generar un caos anticipado y un escepticismo ciudadano por el voto libre e independiente.

Desde la elección presidencial 2018 que demostró transparencia y legitimidad en condiciones de imparcialidad, independencia y autonomía de los institutos electorales, los mexicanos han reconocido una verdadera transformación en el panorama electoral, las alternancias en los gobiernos estatales, en los municipios y la misma Presidencia, son testimonios de esa innegable e irrefutable evolución de la democracia mexicana.

Hay una cultura democrática

Que se ha construido y edificado por las instituciones electorales, los partidos y los ciudadanos, una situación que se ha extendido y arraigado por todos los horizontes y rincones del país, y será injusto e irracional menospreciarlo. Al contrario, desde las batallas preelectorales, hasta las formales del proceso que abrirán el 8 de septiembre, hay que fortalecerlas y consolidarlas, impulsar todavía más la participación ciudadana y nunca vulnerar ni debilitar a los organismos electorales autónomos e independientes.

Sismo el que nos espera a los mexicanos el próximo 6 de junio de 2021, con epicentro en la Ciudad de México, temblará desde Tijuana y Matamoros, hasta Oaxaca y Yucatán, obvio, pasando por el Cerro de La Bufa. Por cierto, ayer ya muchos colorados que pintan verdoso con guinda, celebraron la Toma de Zacatecas, ya se sienten empoderados desde Palacio de Gobierno, comen ansias y se tragan las vísperas.

Divididos como se exhiben, en el Morena, el Verde Ecologista y del Trabajo, advierten que "este arroz ya se coció", que tienen en la bolsa la gubernatura, los 4 diputados federales, y las mayorías en la legislatura y los ayuntamientos. Subestiman a los opositores y será inconcebible que "ya den por muertos" a los priistas Alejandro Tello y Miguel Alonso, quienes ya establecieron poderosas estrategias con la dirigencia nacional de Alejandro Moreno, y seguramente que no van solos sino que avezados ya en estos menesteres, no se precipitan y con prudencia, serenidad y más mesura, miden los tiempos y lanzan enlaces hacia el PAN, PRD, MC y la chiquillada.

En política nada está seguro, todo puede pasar y todo es reversible, como dicen, "del plato a la boca se cae la sopa". Por eso, se equivocan los morenos de David Monreal y se crecen los de Saúl Monreal, el Oso Medina, Ulises Mejía, José Narro y Alfonso Ramírez, porque ni entre ellos están seguros, hay tambaleos, titubeos, incertidumbre y, si así continúan en la confrontación y con las erróneas mediciones, van a dar al traste con el proyecto político de la cuarta transformación del Presidente López Obrador.

Desde la perspectiva comunicacional y el análisis político que a diario se enciman en el proceso todavía preelectoral, se considera que no se debe tensar el escenario, ni desvirtuar las grandes expectativas democráticas en la elección histórica 2021; insistir en atizar las hogueras solo reproducen más riesgos y peligros innecesarios; atacar a las instituciones electorales con la intención de sujetarlas a intereses políticos y gubernamentales, será atentar contra la vida democrática de los mexicanos; es inaceptable e inadmisible promover el desprestigio a las instituciones como el INE, los Tribunales Electorales y los Organismos Públicos Locales Electorales en todos los estados, como aquí el IEEZ; no se vale confundir, no se vale degradar para desorientar a los ciudadanos e inducirlos o provocarles desconfianza. Desde los espacios y posiciones de poder, se debe actuar con prudencia, mucha sensibilidad, no es aconsejable ni razonable lanzar ofensivas para generar un caos anticipado y un escepticismo ciudadano por el voto libre e independiente.

Desde la elección presidencial 2018 que demostró transparencia y legitimidad en condiciones de imparcialidad, independencia y autonomía de los institutos electorales, los mexicanos han reconocido una verdadera transformación en el panorama electoral, las alternancias en los gobiernos estatales, en los municipios y la misma Presidencia, son testimonios de esa innegable e irrefutable evolución de la democracia mexicana.

Hay una cultura democrática

Que se ha construido y edificado por las instituciones electorales, los partidos y los ciudadanos, una situación que se ha extendido y arraigado por todos los horizontes y rincones del país, y será injusto e irracional menospreciarlo. Al contrario, desde las batallas preelectorales, hasta las formales del proceso que abrirán el 8 de septiembre, hay que fortalecerlas y consolidarlas, impulsar todavía más la participación ciudadana y nunca vulnerar ni debilitar a los organismos electorales autónomos e independientes.