Ayer inició la renovación de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional. La convocatoria emitida por su actual presidenta, señala que este lunes cerró el registro de participantes para la elección del presidente y secretario general que concluirán el período 2015-2019. Todo dentro de la Comisión de Procesos Internos y que hoy, será avalado y electa la fórmula en sesión del Consejo Político Nacional.
Una cosa nos debe quedar muy clara. Después del proceso electoral que concluyó con la votación del primero de julio, las muestras de rechazo o simplemente, indiferencia hacia el Partido Revolucionario Institucional, nos hacen pensar que a partir de siempre, debemos regresar a escuchar a la militancia y abanderar las causas de la gente, que son el soporte del partido: su militancia y ahora sus simpatizantes.
Los priistas tenemos la posibilidad de un cambio de fondo si es que queremos mantenernos con posibilidades de recuperar el poder. En la decisión de renovarse, reformarse o refundarse esta el nivel de profundidad de cambio que habrán de elegir los priistas para sobrevivir o para iniciar una nueva etapa que nos lleve a ser tomada en cuenta como una opción de gobierno confiable y a la altura de las exigencias actuales
Que este proceso sirva para articular las preocupaciones y causas de la ciudadanía, coincido con la actual dirigente nacional y que sean desde los comités seccionales, municipales, estatales y organismos especializados, donde se dé la pausa para la reflexión, el diagnóstico y sobre todo, la participación de todos los ciudadanos para que conozcamos cuál es la reforma que necesitamos.
Necesitamos abrir a la ciudanía y hacerles un llamado para trabajar en lo que será una refundación del partido en una asamblea nacional en la que participen no solo delegados, sino que se abra a la militancia que vive en el día a día el estigma de ser priista. Posteriormente, hacer los cambios en los estatutos que permitieron las candidaturas externas y finalmente adecuar los principios a la nueva realidad nacional.
Esta coyuntura es propicia para realizar un trabajo de vuelta al origen, reconstruir la confianza ciudadana y ganar elecciones sin sacrificar los principios partidistas. Hay que abrir los cauces institucionales para fortalecer al partido no minarlo, porque debemos estar preparados para los nuevos retos del presente y el futuro.
El PRI debe recuperar su vocación como defensor de las causas ciudadanas”, para ello es menester que el Partido se mueva en un sólo sentido, articulando una visión que salvaguarde los derechos de las minorías. Los esfuerzos por reformar al Revolucionario Institucional deben empezar al interior del Partido, al honrar sus documentos básicos y actuar corresponsablemente, asumiendo que dirigentes, sectores, organizaciones y militantes integramos un solo instituto político.
Será necesario hacer ajustes para consolidar las fortalezas y enfrentar con éxito el reto que representan las elecciones de 2019.