/ lunes 9 de mayo de 2022

La trampa de la Reforma Electoral, segunda parte

Hace una semana hablábamos acerca de la iniciativa de reforma en materia electoral que el Presidente envió a la Cámara de Diputados para su próxima discusión.

La vez pasada opiné desde el enfoque del contenido de la iniciativa, pero esta vez vamos a profundizar más en lo político porque es aquí donde está la verdadera trampa.

De entrada, las reformas electorales no las propone el gobierno, las propone la oposición, en independencia del partido que esté en el poder. ¿Por qué? Pues porque el que está en el gobierno ya está ahí, ya ganó y no puede argumentar estar en desacuerdo con las reglas de un juego que lo hicieron ganador, como sí pudiera sentirse perjudicado el que perdió, ahí está la primera bandera roja.

Una reforma electoral, que pretende cambiar las reglas de un sistema en el que participan varios partidos, por consecuencia también debe llevar el consenso de todos los participantes, sobra decir que eso no está entre sus planes, segunda bandera roja.

En las mañaneras, en los mítines, en los medios, sale el Presidente, sus diputados, y funcionarios a decir que la reforma está diseñada de una manera totalmente contraria a lo que dice el contenido de su iniciativa, si los interesados en que se apruebe esa reforma, tienen que salir a la calle a decir todo lo contrario a lo que están proponiendo, ¿Pues qué no quieren que se sepa? Tercera bandera roja.

Y bueno, es completamente falso que el INE no esté funcionando; por supuesto, pueden existir áreas de oportunidad, mejoras necesarias, pero no se puede decir que no está cumpliendo su tarea y para muestra un botón, la alternancia en México llegó de la mano del entonces IFE, hoy INE, y justamente Morena y aliados no habrían llegado a la Presidencia y a sus curules sin un árbitro como este.

¿Entonces por qué no gusta al Presidente? Pues porque al Presidente no le gusta lo bien hecho, está comprobado que todo lo que funciona, se deshace de ello, el Seguro Popular, las Estancias Infantiles, el Fonden, el Fortaseg, los programas de obra pública, bueno canceló un aeropuerto de primer mundo y está destruyendo una de las principales zonas protegidas de México. Así funciona este gobierno, lo bien hecho no les sirve porque frena sus aspiraciones a hacer las cosas como ellos quieren, aunque las formas que ellos quieran evidentemente nunca resulten.

Por otro lado, aunque el Presidente realmente desea que se haga realidad, sabe perfectamente que no va a pasar dicha reforma, porque al ser constitucional requiere del consenso de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y es la misma que no tiene y que no dejó pasar la eléctrica.

Pero no perdió la oportunidad de enviarla de todos modos para su discusión, porque es una nueva oportunidad para reinventarse.

No olvidemos que lo único que interesa a este Gobierno es mantener la popularidad y el que la oposición te niegue la posibilidad de aprobar una reforma a todas luces autoritaria, siempre le será el mejor momento para echar a andar a sus seguidores, pero sobre todo a sus “bots” en contra de la oposición y rescatar un par de puntos en favor de su popularidad.