/ lunes 27 de noviembre de 2023

Fuerza y Corazón por México, la alianza ganadora

En la arena política, donde las diferencias a veces parecen agotadoras, la semana pasada surgió formalmente la coalición "Fuerza y Corazón por México", una unión entre el PAN, PRI y PRD que nace como una esperanza hacia la construcción de un futuro mejor para todos los mexicanos. Esta alianza, cuyo fundamento es la búsqueda del bien común, se presenta como motor para el cambio y la corrección del rumbo de nuestra nación.

El primer principio por el que se rige es el acuerdo plural por el bien de México, y destaca la necesidad de un gobierno de coalición que priorice los intereses ciudadanos sobre cualquier afiliación partidista. En un contexto donde la polarización ha marcado los últimos tiempos, esta propuesta es refrescante. La idea de trabajar juntos, dejando de lado diferencias ideológicas para concentrarse en metas comunes permitirá un pueblo fuerte y unido.

Otra de las propuestas, es una agenda común gobierno – legislativa, pues cuando las decisiones políticas a veces parecen estar desconectadas de las verdaderas necesidades, la ruta compartida ofrece un marco sólido para abordar cuestiones críticas como el desarrollo económico, la seguridad y el bienestar social. Al trabajar hacia metas comunes, se muestra el compromiso de avanzar en dirección a un modelo justo y próspero.

El respaldo a Xóchitl Gálvez como precandidata presidencial agrega un elemento interesante a la fórmula. Gálvez, con una destacada trayectoria en el servicio público y un historial de compromiso con la justicia social, encarna la visión de los esfuerzos coordinados. Su liderazgo es la pieza clave para llevar a cabo las reformas necesarias y dirigir al país hacia el buen rumbo que seguro todos deseamos.

Sin embargo, celebrar esta iniciativa, no nos exime de tener una mirada crítica y constructiva. Esta unión debe asegurarse de que su compromiso con la pluralidad y el bien común no sea solo retórica, sino una realidad manifiesta en sus acciones y políticas. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser los pilares sobre los cuales se construye esta alianza.

“Fuerza y Corazón por México” no surgió de la noche a la mañana, tiene años en construcción, incluso, así es como la gente me dio la confianza de ser su diputado federal en el Distrito 2; y de la misma manera, tanto en lo federal como en lo local, con el respaldo de esta plataforma y el impulso de la gente, abordaremos propuestas concretas y factibles para atender las necesidades más urgentes de hoy. Porque los ciudadanos merecen un plan de acción claro y detallado que demuestre cómo la coalición transformará sus promesas en políticas logrables.

Esta es una oportunidad única para reanimar la política mexicana. Con sus principios fundamentales y el respaldo a una líder como Xóchitl, esta alianza tiene el potencial de trazar un camino para salir de las crisis en las que como país nos encontramos. Pero a la par, la ciudadanía debe permanecer vigilante, solo así podremos asegurar que esta coalición sea ese sueño esperanzador que se hará realidad.

En la arena política, donde las diferencias a veces parecen agotadoras, la semana pasada surgió formalmente la coalición "Fuerza y Corazón por México", una unión entre el PAN, PRI y PRD que nace como una esperanza hacia la construcción de un futuro mejor para todos los mexicanos. Esta alianza, cuyo fundamento es la búsqueda del bien común, se presenta como motor para el cambio y la corrección del rumbo de nuestra nación.

El primer principio por el que se rige es el acuerdo plural por el bien de México, y destaca la necesidad de un gobierno de coalición que priorice los intereses ciudadanos sobre cualquier afiliación partidista. En un contexto donde la polarización ha marcado los últimos tiempos, esta propuesta es refrescante. La idea de trabajar juntos, dejando de lado diferencias ideológicas para concentrarse en metas comunes permitirá un pueblo fuerte y unido.

Otra de las propuestas, es una agenda común gobierno – legislativa, pues cuando las decisiones políticas a veces parecen estar desconectadas de las verdaderas necesidades, la ruta compartida ofrece un marco sólido para abordar cuestiones críticas como el desarrollo económico, la seguridad y el bienestar social. Al trabajar hacia metas comunes, se muestra el compromiso de avanzar en dirección a un modelo justo y próspero.

El respaldo a Xóchitl Gálvez como precandidata presidencial agrega un elemento interesante a la fórmula. Gálvez, con una destacada trayectoria en el servicio público y un historial de compromiso con la justicia social, encarna la visión de los esfuerzos coordinados. Su liderazgo es la pieza clave para llevar a cabo las reformas necesarias y dirigir al país hacia el buen rumbo que seguro todos deseamos.

Sin embargo, celebrar esta iniciativa, no nos exime de tener una mirada crítica y constructiva. Esta unión debe asegurarse de que su compromiso con la pluralidad y el bien común no sea solo retórica, sino una realidad manifiesta en sus acciones y políticas. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser los pilares sobre los cuales se construye esta alianza.

“Fuerza y Corazón por México” no surgió de la noche a la mañana, tiene años en construcción, incluso, así es como la gente me dio la confianza de ser su diputado federal en el Distrito 2; y de la misma manera, tanto en lo federal como en lo local, con el respaldo de esta plataforma y el impulso de la gente, abordaremos propuestas concretas y factibles para atender las necesidades más urgentes de hoy. Porque los ciudadanos merecen un plan de acción claro y detallado que demuestre cómo la coalición transformará sus promesas en políticas logrables.

Esta es una oportunidad única para reanimar la política mexicana. Con sus principios fundamentales y el respaldo a una líder como Xóchitl, esta alianza tiene el potencial de trazar un camino para salir de las crisis en las que como país nos encontramos. Pero a la par, la ciudadanía debe permanecer vigilante, solo así podremos asegurar que esta coalición sea ese sueño esperanzador que se hará realidad.