En la más reciente sesión semipresencial en la Cámara de Diputados, quedó evidenciada, una vez más, la verdadera intención de este Gobierno Federal por controlar la información; de tal manera que la realidad cada vez sea más un secreto a voces, y, por el contrario, las falacias de la “mañanera” sean tomadas como verdad.
El panorama informativo en México se vio amenazado por una decisión que ha generado inquietud y cuestionamientos. Se discutió el dictamen que propone la desaparición de Notimex, una agencia de noticias pública con más de 50 años de historia, y cuyo resultado fue la aprobación de su extinción por parte de la mayoría oficialista. Esta medida, lejos de ser un simple cambio en el ámbito mediático, tiene profundas implicaciones para la democracia, la transparencia y el derecho a la información en nuestro país.
La desaparición de Notimex deja un vacío, favoreciendo la concentración de la información en manos de empresas privadas. Este medio ha sido una fuente confiable de noticias, cumpliendo con la importante responsabilidad de informar sobre acciones y políticas gubernamentales de manera imparcial. Por eso, la pérdida de esta fuente se interpreta como un intento de limitar la rendición de cuentas.
Lo más preocupante es que esta decisión fue tomada, como acostumbran desde el Palacio Nacional y en contubernio con los legisladores afines, de manera unilateral, sin consulta previa a los trabajadores ni a la sociedad civil. Atenta contra el derecho a la información, un derecho fundamental para la ciudadanía, al tiempo que plantea serias dudas sobre la voluntad del gobierno de promover la transparencia. La falta de diálogo y participación en esta determinación refleja un desprecio por los principios que tanto valoramos.
La “mañanera”, como intento de convertirse en el único medio informativo, revela un afán de monopolizar la difusión de la información. La imparcialidad se ve comprometida, y la manipulación de la realidad se convierte en una amenaza latente. La extinción de esta no solo afectaría a los periodistas y profesionales de medios que trabajan en la agencia, sino que también implicaría la pérdida de una histórica fuente de experiencia periodística acumulada a lo largo de los años.
Por si fuera poco, esta medida también contrasta con los derechos humanos a la información, establecidos en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La política pública actual se reduce pues a la realización de la “mañanera”, un ejercicio que carece de información verificada, distorsionando la realidad en lugar de informar objetivamente.
Por eso concluyo que la desaparición de Notimex se puede y se debe interpretar como un retroceso en términos de libertad de prensa y acceso a información veraz, pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática.
Dato: Notimex es la agencia de noticias del Estado Mexicano. Una entidad gubernamental encargada de recopilar, procesar y difundir información de relevancia nacional e internacional, que opera desde el 20 de agosto de 1968 que actualmente ofrece empleo a casi 400 personas.
