/ jueves 4 de enero de 2024

Las coaliciones ¿Conveniencia o estrategia?

El antecedente de las coaliciones de los partidos se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde los grupos políticos o facciones se unían para formar alianzas con el fin de obtener poder político e influencia. Sin embargo, el concepto moderno de coaliciones de partidos políticos se desarrolló principalmente en el siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial.

En muchos países, las coaliciones de partidos políticos se han vuelto cada vez más comunes debido a la fragmentación del sistema político y la necesidad de formar mayorías estables. Sin embargo, debido a la esencia propia de una coalición, se esperaría que la coaliciones sean de partidos con ideologías similares, pero la historia nos muestra que no es así.

En el caso de nuestro estado, hace unos días venció el plazo que establece el Instituto Electoral para registrar las coaliciones o alianzas que participarán en el proceso electoral local. En esta ocasión, fueron 3 solicitudes presentadas: “Sigamos Haciendo Historia en Zacatecas”, por Morena y PVEM; “La Esperanza nos une” por PT, PES y PANAL; y “Fuerza y Corazón por Zacatecas”, integrada por PRI, PAN y PRD. El resto de los partidos locales irán solos en la contienda.

Y ahora que el tema ha generado tanta polémica y ha estado presente en todos los medios de comunicación, así como en los corrillos políticos es bueno hacerse las siguientes preguntas: ¿Qué motivó a estos partidos a unirse o a no hacerlo? ¿Qué beneficios o riesgos implica esta decisión? ¿Qué impacto tendrá en el proceso electoral y en el futuro de Zacatecas?

En primer lugar, creo firmemente que las coaliciones son una estrategia legítima y válida para sumar fuerzas y buscar el bienestar social. Sin embargo, está acreditado que en muchas ocasiones los partidos dejan de ser congruentes y coherentes con sus principios e ideales, con su plataforma política, y con las demandas y necesidades de la ciudadanía.

Algunas coaliciones llaman la atención, pues han parecido más un pacto oportunista que responde a la atención de intereses personales o de grupo, y no a un interés general. Tal es el caso de la coalición “Fuerza y Corazón por Zacatecas” que reúne a tres partidos que históricamente han sido adversarios y que representan proyectos políticos opuestos.

¿Qué tienen en común el PRI, el PAN y el PRD, más allá de su rechazo a Morena, a Andrés Manuel Lopez Obrador y a la Cuarta Transformación? ¿Qué propuesta pueden ofrecer a los zacatecanos, tres plataformas políticas contrarias, con ideales y posturas que no son compatibles entres sí?

Y ahí encaja también la pregunta si las ofertas políticas que tendremos son una buena estrategia o mera conveniencia política, al final de cuentas la última palabra la tendrá el elector. Por eso, es fundamental que los ciudadanos conozcan las propuestas y los perfiles de cada coalición y de cada candidato, y que ejerzan sus derechos políticos de manera libre, informada y responsable.

El antecedente de las coaliciones de los partidos se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde los grupos políticos o facciones se unían para formar alianzas con el fin de obtener poder político e influencia. Sin embargo, el concepto moderno de coaliciones de partidos políticos se desarrolló principalmente en el siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial.

En muchos países, las coaliciones de partidos políticos se han vuelto cada vez más comunes debido a la fragmentación del sistema político y la necesidad de formar mayorías estables. Sin embargo, debido a la esencia propia de una coalición, se esperaría que la coaliciones sean de partidos con ideologías similares, pero la historia nos muestra que no es así.

En el caso de nuestro estado, hace unos días venció el plazo que establece el Instituto Electoral para registrar las coaliciones o alianzas que participarán en el proceso electoral local. En esta ocasión, fueron 3 solicitudes presentadas: “Sigamos Haciendo Historia en Zacatecas”, por Morena y PVEM; “La Esperanza nos une” por PT, PES y PANAL; y “Fuerza y Corazón por Zacatecas”, integrada por PRI, PAN y PRD. El resto de los partidos locales irán solos en la contienda.

Y ahora que el tema ha generado tanta polémica y ha estado presente en todos los medios de comunicación, así como en los corrillos políticos es bueno hacerse las siguientes preguntas: ¿Qué motivó a estos partidos a unirse o a no hacerlo? ¿Qué beneficios o riesgos implica esta decisión? ¿Qué impacto tendrá en el proceso electoral y en el futuro de Zacatecas?

En primer lugar, creo firmemente que las coaliciones son una estrategia legítima y válida para sumar fuerzas y buscar el bienestar social. Sin embargo, está acreditado que en muchas ocasiones los partidos dejan de ser congruentes y coherentes con sus principios e ideales, con su plataforma política, y con las demandas y necesidades de la ciudadanía.

Algunas coaliciones llaman la atención, pues han parecido más un pacto oportunista que responde a la atención de intereses personales o de grupo, y no a un interés general. Tal es el caso de la coalición “Fuerza y Corazón por Zacatecas” que reúne a tres partidos que históricamente han sido adversarios y que representan proyectos políticos opuestos.

¿Qué tienen en común el PRI, el PAN y el PRD, más allá de su rechazo a Morena, a Andrés Manuel Lopez Obrador y a la Cuarta Transformación? ¿Qué propuesta pueden ofrecer a los zacatecanos, tres plataformas políticas contrarias, con ideales y posturas que no son compatibles entres sí?

Y ahí encaja también la pregunta si las ofertas políticas que tendremos son una buena estrategia o mera conveniencia política, al final de cuentas la última palabra la tendrá el elector. Por eso, es fundamental que los ciudadanos conozcan las propuestas y los perfiles de cada coalición y de cada candidato, y que ejerzan sus derechos políticos de manera libre, informada y responsable.