México es un país que ha sabido resistir los embates de la ultraderecha, tanto interna como externa. Frente a las amenazas, los chantajes y las injerencias de los gobiernos neoliberales, México ha mantenido su soberanía, su dignidad y su proyecto de transformación.
En los últimos años, hemos visto cómo la ultraderecha ha avanzado, de a poco, en el mundo, promoviendo el odio, la división, el racismo, la xenofobia, el machismo y la violencia. Hemos visto cómo ha intentado imponer sus intereses económicos y políticos por encima de los derechos humanos, la democracia y el bienestar de los pueblos.
Pero también hemos visto cómo México ha sido un muro contra el que se ha estrellado la ultraderecha. Cómo el pueblo mexicano ha sabido defender su voluntad expresada en las urnas, su apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador y su respaldo a la Cuarta Transformación.
México ha demostrado que es posible construir un modelo alternativo al neoliberalismo, basado en la justicia social, la igualdad, la inclusión, la participación y la solidaridad. Un modelo que prioriza el bienestar del pueblo, la recuperación de la economía, la atención a la salud, la educación, la seguridad y el medio ambiente.
México ha demostrado que es posible tener una política exterior de principios, de respeto, de cooperación y de no intervención. Una política que busca la paz, el diálogo, la integración y el desarrollo de los pueblos hermanos de América Latina.
México ha demostrado que es posible frenar a la ultraderecha antes incluso de las elecciones de junio de este año, en las que se renovará la Cámara de Diputados, de Senadores y se elegirán 9 gubernaturas, entre otros cargos. La ultraderecha sabe que no tiene existen posibilidades de ganar, por eso recurre a la guerra sucia, a la desinformación.
Pero el pueblo mexicano no se dejará engañar ni intimidar. El pueblo mexicano saldrá a votar masivamente para defender la democracia, para consolidar la transformación y para darle continuidad al proyecto de nación que encabeza el presidente López Obrador.
México es un muro contra el que se estrella la ultraderecha. Y ese muro somos todos y todas los que creemos en un México mejor, más justo, más libre. Lo demostramos hace unos años, y estoy seguro que nuestra tierra lo volverá a hacer.
