/ martes 20 de noviembre de 2018

Concherio, la UAZ ¿Añorar el pasado o enfrentar el presente?

El discurso del Dr. Concheiro en la Universidad Autónoma de Zacatecas tocó variados y múltiples aspectos de la universidad pública, de la educación superior y de la propia UAZ. La mayoría de esos tópicos amerita un análisis detallado y otros los podemos aceptar sin mayor problema. Estamos viendo la misma realidad cuando dice que el movimiento del 68 fue el principio de un proceso democratizador en México, cuando éltenía quince años. Podemos decir lo mismo cuando él le contesta a los dirigentes de 176 sindicatos, “¿De cuándoacá la lucha de clases pide permiso?”.

Afirma el Dr. Concheiro que en las universidades “se instaló un criterio pro empresarial” y que es “difícil reposicionar lo público”, pero con esas dos afirmaciones está diciendo, también, que el Estado, a través de sus respectivos gobiernos tiene voz y voto para decidir cuánto y cómose distribuye el subsidio a la Universidad pública, pero aquí no asume ningún compromiso porque, dice él, que en Hacienda está un hombre de derecha. ¿No estará viendo lo mismo en la Secretaria de Educación Pública? Estamos seguros que ésta no es una pregunta ociosa.

No son pocos los diputados federales y senadores y, en proporción mayor, los funcionarios de gobierno federal entrante, que se han formado políticamente en gobiernos priistas y otros en la cultura política priista; porque en su pasión desmedida por grandes o pequeños poderes, no han vistola necesidad de luchar por el poder con creatividad y se han vuelto repetitivos, han asimilado acríticamente el estilo priista de gobernar; los hemos visto y los seguiremos viendo subordinados al poder individual en turno. Todos ellos sí pueden decir con el Dr. Concheiro: “Ese pequeño priista que todo llevamos dentro” y se vuelve una necesidad imperiosa el “combate contra nuestra propia cultura”. No es justo que incluya a los universitarios de Zacatecas porque, en su ya larga trayectoria, han ido forjando su propia identidad, sin que ella les impida tener buen trato con los gobiernos en turno.

El Gobierno Federal que tomará posesión el primero de diciembre critica con dureza la evaluación y hace lomismo el Dr. Concheiro, pero admite que no se puede prescindir de ella cuando dice: “No podemos negarnos a la evaluación, certificación y poner en el centro la autoevaluación”. Es exactamente lo mismo que han impulsado los gobiernos que terminan 30 años de gestión estatal en la educación superior. Pretenden también “en la práctica desmontar el Estado actual”, pero uno duda que reviertan las reformas estructurales como se los plantea Cuauhtémoc Cárdenas. Porque las 11 reformas estructurales, realizadas en el gobierno de Enrique Peña Nieto, sólo han criticado la reforma educativa; del resto de las reformas ya no han dicho nada, ¿Por qué? No sabemos, pero tal vez sea por que aquéllos son neoliberales y éstos liberales. Es un pleito de casa.

Termino con algo que el Dr. Concheiro empezó su discurso, haciendo mención de la universidad de Zacatecas cuando esta se vinculó con los sectores populares, como otras más lo hicieron en sus respectivos Estados. No podemos añorar un pasado de la Universidad de Zacatecas que para algunos pareció grato, en lugar de enfrentar un presente que aparece sumamente difícil. El Dr. Concheiro afirma que “no hay un sistema de educación superior, sino un archipiélago de universidades”. Resulta curioso que uno vea en su discurso “un archipiélago” de ideas y no una exposición sistematizada.


El discurso del Dr. Concheiro en la Universidad Autónoma de Zacatecas tocó variados y múltiples aspectos de la universidad pública, de la educación superior y de la propia UAZ. La mayoría de esos tópicos amerita un análisis detallado y otros los podemos aceptar sin mayor problema. Estamos viendo la misma realidad cuando dice que el movimiento del 68 fue el principio de un proceso democratizador en México, cuando éltenía quince años. Podemos decir lo mismo cuando él le contesta a los dirigentes de 176 sindicatos, “¿De cuándoacá la lucha de clases pide permiso?”.

Afirma el Dr. Concheiro que en las universidades “se instaló un criterio pro empresarial” y que es “difícil reposicionar lo público”, pero con esas dos afirmaciones está diciendo, también, que el Estado, a través de sus respectivos gobiernos tiene voz y voto para decidir cuánto y cómose distribuye el subsidio a la Universidad pública, pero aquí no asume ningún compromiso porque, dice él, que en Hacienda está un hombre de derecha. ¿No estará viendo lo mismo en la Secretaria de Educación Pública? Estamos seguros que ésta no es una pregunta ociosa.

No son pocos los diputados federales y senadores y, en proporción mayor, los funcionarios de gobierno federal entrante, que se han formado políticamente en gobiernos priistas y otros en la cultura política priista; porque en su pasión desmedida por grandes o pequeños poderes, no han vistola necesidad de luchar por el poder con creatividad y se han vuelto repetitivos, han asimilado acríticamente el estilo priista de gobernar; los hemos visto y los seguiremos viendo subordinados al poder individual en turno. Todos ellos sí pueden decir con el Dr. Concheiro: “Ese pequeño priista que todo llevamos dentro” y se vuelve una necesidad imperiosa el “combate contra nuestra propia cultura”. No es justo que incluya a los universitarios de Zacatecas porque, en su ya larga trayectoria, han ido forjando su propia identidad, sin que ella les impida tener buen trato con los gobiernos en turno.

El Gobierno Federal que tomará posesión el primero de diciembre critica con dureza la evaluación y hace lomismo el Dr. Concheiro, pero admite que no se puede prescindir de ella cuando dice: “No podemos negarnos a la evaluación, certificación y poner en el centro la autoevaluación”. Es exactamente lo mismo que han impulsado los gobiernos que terminan 30 años de gestión estatal en la educación superior. Pretenden también “en la práctica desmontar el Estado actual”, pero uno duda que reviertan las reformas estructurales como se los plantea Cuauhtémoc Cárdenas. Porque las 11 reformas estructurales, realizadas en el gobierno de Enrique Peña Nieto, sólo han criticado la reforma educativa; del resto de las reformas ya no han dicho nada, ¿Por qué? No sabemos, pero tal vez sea por que aquéllos son neoliberales y éstos liberales. Es un pleito de casa.

Termino con algo que el Dr. Concheiro empezó su discurso, haciendo mención de la universidad de Zacatecas cuando esta se vinculó con los sectores populares, como otras más lo hicieron en sus respectivos Estados. No podemos añorar un pasado de la Universidad de Zacatecas que para algunos pareció grato, en lugar de enfrentar un presente que aparece sumamente difícil. El Dr. Concheiro afirma que “no hay un sistema de educación superior, sino un archipiélago de universidades”. Resulta curioso que uno vea en su discurso “un archipiélago” de ideas y no una exposición sistematizada.