Para nadie fue un secreto que en medio de toda la emoción y conmoción internacional que significaban las tantas nominaciones al Premio Oscar del productor mexicano Guillermo del Toro, no sólo por la relevancia de sus trabajos que serían finalmente coronados, sino además por la ola de discriminación desatada por el actual presidente norteamericano en contra de los latinos; la producción multigalardonada de Del Toro estuvo rodeada del oscuro y sospecho manto de una demanda por plagio.
La demanda fue presentada por David Zindel, hijo del guionista estadounidense y ganador del Premio Pulitzer, Paul Zindel; quien alega que los creadores de la película "The Shape of Water" plagiaron el argumento de la obra teatral escrita por su padre en 1969 titulada: "Let Me Hear You Whisper".
De acuerdo con la demanda, la obra original "cuenta la historia de una solitaria conserje quien trabaja en el turno nocturno en un laboratorio científico que realiza experimentos con animales para uso militar".
Por su parte, "The Shape of Water" narra una fábula de otro mundo, que toma como contexto el período de Guerra Fría alrededor de 1962, y se desarrolla en el oculto laboratorio de alta seguridad del gobierno donde trabaja la solitaria Elisa (Sally Hawkins) quien está atrapada en una vida aislada".
El demandante alega la existencia de más de 60 semejanzas entre la obra Let Me Hear You Whisper y The Shape of Water; y por ello busca un juicio contra el estudio de producción, que en este caso fue Fox Searchlight Pictures, división cinematográfica de Fox Filmed Entertainment, que fue establecida en 1994; contra el director de la película Guillermo del Toro y el productor asociado de la misma con quien el mexicano comparte el crédito de haber concebido el filme.
Obviamente el director mexicano y su equipo han rechazado en todo momento y de manera categórica la acusación. El estudio de producción respaldó en todo momento al director mexicano, comentando que “las acusaciones por parte de los herederos del señor Zindel carecen de fundamento, carecen totalmente de mérito, y presentaremos una moción para que sean desestimadas"
La casa productora además dejó entrever las malas intenciones de los demandantes cuando afirmó que: "la queja de los herederos parece estar hecha para coincidir con el ciclo de votación del Premio de la Academia con el fin de presionar al estudio para llegar a un acuerdo rápidamente. Por el contrario, nos defenderemos vigorosamente y, por extensión, a esta innovadora y original película".
En anteriores ocasiones hemos comentado el hecho de que para que los derechos de autor sean protegidos, la obra creativa debe ser original, más no necesariamente novedosa, y esto ha provocado como consecuencia disímiles pleitos de originalidad, confundiéndola con “novedad”. Siempre que la obra demuestre la impronta personal de sus creadores, su propio sello y estilo, la originalidad quedará sustentada, aun cuando nueva no se pueda considerar como idea.
Lo más significativo del caso (si bien aún no se dictamina por un juez) es que Del Toro regaló al mundo latino, el privilegio de constatar que sólo la excelencia en el trabajo tenaz y sin descanso es capaz de dar innumerables galardones.
No lo olviden: Proteger…es ganar!!!