Acabamos de pasar los primeros 6 meses del año y ¿Usted ya cumplió sus metas o retos que se propuso a inicio del año?.
“Yo quería ser una ermitaña, hippie, fotógrafa de National Geographic y rodar por el mundo... pero me regresé a Zacatecas...” así comienza uno de mis tuits locos que a veces pongo en esa red social.
Y sí, me topé con esta pregunta en algún lado: y tú ¿qué querías ser cuando fueras grande?. Lo pensé un rato, lo pensé un día, lo pensé una semana, y la verdad es que quería ser muchas cosas de niña y luego de joven, y al remontarme a estas edades, en realidad me di cuenta de que hago muchas cosas de las que me gustan, y las que quería ser cuando era muy, muy joven, y aún así, aún no me decido a lo que me voy a dedicar por el resto de mi vida.
Hay una posibilidad de que un extenso número de personas, se sientan así, a los 10, a los 15, a los 20, 30, 40... o toda la vida, y ésta te vaya llevando de acuerdo a tus acciones, justo a lo que quieres, o que simplemente por tus omisiones te vaya llevando a rodar por el mundo sin rumbo, ni sentido, y sin embargo encontrando algo que aprender, algo que hacer, amando lo qué haces porque te sientes realmente productiva.
Muy en el fondo sé que lo mío era llenarme de la fotografía, y en realidad si deseaba en un momento de mi vida ser una simple vagabunda con mi cámara e ir fotografiando todo lo que nos rodea, pero la inmundicia banal me ganó.
Ganar dinero y comprarme dos tres cositas, me gustó, la egolatría, me ganó, la soberbia también me ganó, pero sobre todo me ganó la frase: de ésta casa, no sales si no es casada y vestida de blanco.
Y aunque no me quejo de lo que he vivido y estoy sumamente agradecida por cada aprendizaje, siempre he tenido la espina del “hubiera”.
Esta palabra tan cruel y despiadada que por unos segundos te llena de posibilidades infinitas, posibilidades que pudieran estar aún y que tendrán que aguardar sólo un poco más.
Dicen que no hay edad para lograr lo que deseas, y esta frase a veces pienso que se inventó para aquellos que nos situamos en el confort hasta que la vida misma te sacude.
Bien mi estimado o estimada lectora, no importa qué edad tengas, no importa que estés viviendo, si aún tienes varios sueños, y piensas que se te acaba el tiempo, agarra uno, solo uno y trabaja en el hasta que lo alcances.
Entonces ¡va!, te reto y me reto ¿que te gusta?, ¿una semana?, ¿un mes?, ¿lo que resta de vida? -Que dicho sea de paso, no sabemos cuánto exactamente tiempo es- agarremos un solo sueño, una sola meta, pero cumplámosla.
Nos leemos el próximo lunes, para Olvidar lo que Sabes de...