/ lunes 23 de septiembre de 2019

Las reformas de AMLO

Las reformas de Andrés Manuel López Obrador van encaminadas, según yo las veo, en tres direcciones principales: una nueva modalidad de Estado, un nuevo régimen de gobierno, y, fortalecer el mercado interno. Las tres están relacionadas entre sí muy estrechamente. La primera consiste en echar a andar ese “elefante reumático” como le ha llamado AMLO al Estado mexicano; la segunda, implicará registrar nuevos partidos políticos, que no quieran reeditar el proyecto neoliberal; la tercera, fortalecer el mercado interno; multiplicando las empresas nacionales cuyos principales compradores vivan dentro del país.

En la primera, la nueva modalidad de Estado, se reformarán algunas instituciones estatales o se crearán otras para que vuelva a funcionar el Estado mexicano en las mejores condiciones actuales, cada vez más contrarias a todo lo que había hecho el proyecto neoliberal; en este caso nos referimos, por ahora, a la educación, tanto a la superior como a la básica. Ya se ha publicado que la Universidad Autónoma de Zacatecas va a tener el dinero suficiente para promover reformas dentro de ella y se convierta en el modelo de universidad pública digno de promover en todo el país. Según la poca información que tenemos, la pertinencia no se definirá por su relación con la empresa privada, sino por la relación con su entorno y la capacidad de esta universidad para resolver problemas regionales como integrantes de una nación.

La reforma a la educación básica aprobada en días pasados, a la que han referido críticos y defensores con mucha estridencia, según mi manera de ver; la crítica más sólida, me parece es aquella que dice que no pone en el centro el beneficio de los niños, sino de los sindicatos, con la que uno pudiera estar de acuerdo su fuera cierta; somos muchos los que sabemos que al Estado mexicano siempre le ha interesado la niñez, desde aquella expresión de Calles desafortunada, en ese momento, cuando dijo que tenían que apoderarse de la conciencia de los niños lo que provocó una reacción indignada de la Iglesia Católica.

Décadas después, cuando se promovió el libro de texto gratuito y nos saturaron de información diciendo que eso era comunismo y éste era equiparable a lo demoniaco y más cuando también lo decía la Iglesia. Cuando los diferentes sindicatos de maestros se unificaron en el SNTE, los problemas de la educación también fueron de importancia sindical, además de mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Yo no creo que volvamos al pasado, porque no se puede; mejor esperemos a ver cómo se realiza “la mejora continua” y veamos en qué consiste el beneficio para la niñez.

Las reformas de Andrés Manuel López Obrador van encaminadas, según yo las veo, en tres direcciones principales: una nueva modalidad de Estado, un nuevo régimen de gobierno, y, fortalecer el mercado interno. Las tres están relacionadas entre sí muy estrechamente. La primera consiste en echar a andar ese “elefante reumático” como le ha llamado AMLO al Estado mexicano; la segunda, implicará registrar nuevos partidos políticos, que no quieran reeditar el proyecto neoliberal; la tercera, fortalecer el mercado interno; multiplicando las empresas nacionales cuyos principales compradores vivan dentro del país.

En la primera, la nueva modalidad de Estado, se reformarán algunas instituciones estatales o se crearán otras para que vuelva a funcionar el Estado mexicano en las mejores condiciones actuales, cada vez más contrarias a todo lo que había hecho el proyecto neoliberal; en este caso nos referimos, por ahora, a la educación, tanto a la superior como a la básica. Ya se ha publicado que la Universidad Autónoma de Zacatecas va a tener el dinero suficiente para promover reformas dentro de ella y se convierta en el modelo de universidad pública digno de promover en todo el país. Según la poca información que tenemos, la pertinencia no se definirá por su relación con la empresa privada, sino por la relación con su entorno y la capacidad de esta universidad para resolver problemas regionales como integrantes de una nación.

La reforma a la educación básica aprobada en días pasados, a la que han referido críticos y defensores con mucha estridencia, según mi manera de ver; la crítica más sólida, me parece es aquella que dice que no pone en el centro el beneficio de los niños, sino de los sindicatos, con la que uno pudiera estar de acuerdo su fuera cierta; somos muchos los que sabemos que al Estado mexicano siempre le ha interesado la niñez, desde aquella expresión de Calles desafortunada, en ese momento, cuando dijo que tenían que apoderarse de la conciencia de los niños lo que provocó una reacción indignada de la Iglesia Católica.

Décadas después, cuando se promovió el libro de texto gratuito y nos saturaron de información diciendo que eso era comunismo y éste era equiparable a lo demoniaco y más cuando también lo decía la Iglesia. Cuando los diferentes sindicatos de maestros se unificaron en el SNTE, los problemas de la educación también fueron de importancia sindical, además de mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Yo no creo que volvamos al pasado, porque no se puede; mejor esperemos a ver cómo se realiza “la mejora continua” y veamos en qué consiste el beneficio para la niñez.