/ martes 24 de julio de 2018

Multa del INE a Morena y, sobre todo, a López Obrador

No le veo sentido a estar todavía haciendo olas contra AMLO, cuando ya está formalmente definida la votación a su favor. Me refiero al caso de consejeros del INE que insisten en que se multe a Morena y a López Obrador, por presuntamente haber estado repartiendo dinero meses antes de la votación a personas necesitadas con el supuesto fin de orientar la intenciónde votohacia los candidatos de Morena, en especial por el candidato y líder de esa organización, Andrés Manuel López Obrador.

Me ha tocado conocer de cerca, por ser yo miembro fundador e integrante activo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (SOMEE), a diversos presidentes del Instituto Federal Electoral. Así, he conocido con alguna cercanía a José Woldenberg, Leonardo Valdés y Leonardo Córdova, quienes además de pertenecer a la referida asociación, se han destacado por no sólo su conocimiento profundo sobre los diversos temas electorales, sino por sus capacidades discursivas, sus habilidades conciliatorias y, añadiría sin reservas, por su probidad profesional. Debo asimismo enfatizarque en estos tres casos la honestidad en el empleo de los recursos públicos y el afán de mantenerse alejados de la influencia de los partidos, candidatos y gobernantes ha sido destacadapor los tres.

Añado asimismo que los tres –Woldenberg, Valdés y Córdova –me han impresionadopositivamente porque no obstante la cercanía que han mantenido con el poder público, se mantienen independientes y críticos con respecto a los rejuegos político-electorales. Tal vez otros, los demás consejeros, no han sido tan escrupulosos en su comportamiento, a favor o en contra, de los partidos políticos, pues han sido precisamente los partidos los que los han impuesto dentro de esos cargos. Así de “funcional” es nuestra democracia.

Esta conducta, debe decirse, está generalizada entre los consejeros electorales, tanto en el INE como en los institutos locales. En los círculos electivosy del análisis comicial se oye hablar, con certeza, de que más de un consejero responde sin rubor alguno a las órdenes de tal o cual funcionario público de alto nivel, o de tal o cual líder partidario. Y generalmente quienes están en esa situación no lo ocultan; todo lo contrario: lo ostentan con descaro.

En este muy breve escrito, en el que se trata de no tomar partido por alguna de las partes, pero en la que sin embargo se muestra que cuando se trata de ofrecer un “caldo gordo” a la ciudadanía, se puede. En cualquier caso, lo que sí considero es que se trata, a toda costa de cuestionar, el triunfo híper-rotundo de AMLO en las urnas. Es decir, se intenta hacer creer a la opinión pública mexicana que AMLO ganó porque anduvo repartiendo dinero meses antes de la elección. Y sí, hace falta un estudio pormenorizado de, en cualquier caso, cuánto de esa enorme porción del electorado hubiera votado por AMLO por haber recibido dinero.

Para quienes conozcan de campañas debe recordarse que una consigna expresada generalmente por los partidos contrarios al partido en el poder, es la de que si les ofrecen dinero por votar por algún candidato o partido “agárrenlo y voten por quién les dé su gana”.

No le veo sentido a estar todavía haciendo olas contra AMLO, cuando ya está formalmente definida la votación a su favor. Me refiero al caso de consejeros del INE que insisten en que se multe a Morena y a López Obrador, por presuntamente haber estado repartiendo dinero meses antes de la votación a personas necesitadas con el supuesto fin de orientar la intenciónde votohacia los candidatos de Morena, en especial por el candidato y líder de esa organización, Andrés Manuel López Obrador.

Me ha tocado conocer de cerca, por ser yo miembro fundador e integrante activo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (SOMEE), a diversos presidentes del Instituto Federal Electoral. Así, he conocido con alguna cercanía a José Woldenberg, Leonardo Valdés y Leonardo Córdova, quienes además de pertenecer a la referida asociación, se han destacado por no sólo su conocimiento profundo sobre los diversos temas electorales, sino por sus capacidades discursivas, sus habilidades conciliatorias y, añadiría sin reservas, por su probidad profesional. Debo asimismo enfatizarque en estos tres casos la honestidad en el empleo de los recursos públicos y el afán de mantenerse alejados de la influencia de los partidos, candidatos y gobernantes ha sido destacadapor los tres.

Añado asimismo que los tres –Woldenberg, Valdés y Córdova –me han impresionadopositivamente porque no obstante la cercanía que han mantenido con el poder público, se mantienen independientes y críticos con respecto a los rejuegos político-electorales. Tal vez otros, los demás consejeros, no han sido tan escrupulosos en su comportamiento, a favor o en contra, de los partidos políticos, pues han sido precisamente los partidos los que los han impuesto dentro de esos cargos. Así de “funcional” es nuestra democracia.

Esta conducta, debe decirse, está generalizada entre los consejeros electorales, tanto en el INE como en los institutos locales. En los círculos electivosy del análisis comicial se oye hablar, con certeza, de que más de un consejero responde sin rubor alguno a las órdenes de tal o cual funcionario público de alto nivel, o de tal o cual líder partidario. Y generalmente quienes están en esa situación no lo ocultan; todo lo contrario: lo ostentan con descaro.

En este muy breve escrito, en el que se trata de no tomar partido por alguna de las partes, pero en la que sin embargo se muestra que cuando se trata de ofrecer un “caldo gordo” a la ciudadanía, se puede. En cualquier caso, lo que sí considero es que se trata, a toda costa de cuestionar, el triunfo híper-rotundo de AMLO en las urnas. Es decir, se intenta hacer creer a la opinión pública mexicana que AMLO ganó porque anduvo repartiendo dinero meses antes de la elección. Y sí, hace falta un estudio pormenorizado de, en cualquier caso, cuánto de esa enorme porción del electorado hubiera votado por AMLO por haber recibido dinero.

Para quienes conozcan de campañas debe recordarse que una consigna expresada generalmente por los partidos contrarios al partido en el poder, es la de que si les ofrecen dinero por votar por algún candidato o partido “agárrenlo y voten por quién les dé su gana”.