/ miércoles 21 de octubre de 2020

¿Ociosidad de AMLO?

Tal vez porque AMLO no tiene qué hacer; o porque quizás su nueva esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, le calentó la cabeza con rollos seglares, pero debe señalarse –sin absolutamente ninguna inquina de índole religiosa –que AMLO es protestante, y, supongo yo, afecto a contrariar a los católicos, de forma semejante a su actual esposa, quien se siente a sus anchas para ir a reclamar al Papa Francisco que nos devuelva a los mexicanos lo “robado”, especialmente las sin duda bellas piezas arqueológicas indígenas de nuestro país que se exhiben en Europa y que fueron sustraídas de nuestro actual territorio por los españoles.

AMLO anda con el brete de que el actual pontífice de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, nos debe pedir disculpas a los mexicanos porque la Iglesia Católica se estableció en México a la fuerza, con la conquista por los españoles allá por los años 1500. Es decir, AMLO considera que la Iglesia Católica no pidió permiso, hace cinco siglos, a las comunidades indígenas para conquistarlas y saquearlas.

En ese tenor, en su gira por Europa Beatriz Gutiérrez Müller, la señora esposa de AMLO, pidió y obtuvo audiencia para platicar con el pontífice. Infinitamente más diplomático que la referida esposa de AMLO, el papa Francisco escuchó con atención la petición de AMLO que llevaba la señora esposa del presidente mexicano, de que simplemente se devolvieran los objetos artísticos de las comunidades indígenas de México que sustrajeron los españoles y ahora están en los museos del Vaticano.

En ese tenor, habrá de seguirse con los aztecas quienes, de acuerdo a esa visión presuntamente justiciera, debieron haber perdido perdón a los toltecas porque hicieron matanzas y demás. Es decir, se trata de hacer perder el tiempo, pero sobre todo vilipendiar a buena parte del pueblo mexicano, al pueblo creyente, dentro del que me incluyo.

Tal vez, asimismo, la señora esposa de AMLO quiera que ahora los mexicanos ofrezcamos sacrificios a Huitzilopochtli, y ya no perdamos el tiempo con nuestra religión; o si no, AMLO le dará instrucciones a ella para que nos regañe. Lo que sea, pero no le hallo sentido el generar pleitos con la grey católica mexicana de nuestro país y de Latinoamérica, sólo porque a la pareja del presidente se le antojó que el Papa debe excusarse con los mexicanos porque se nos “impuso” la religión católica.

¿Pero qué quiere la señora Gutiérrez Müller, que sigamos adorando a los dioses de nuestros ancestros indígenas, al mismo tiempo que la religión que nos trajeron los españoles? Al rato se les puede ocurrir a la pareja de AMLO quererle armar el “caldo gordo” a Trump para exigirle que nos devuelva California, Texas y Nuevo México.

Pero no, con su “amigo” Trump AMLO no se me mete, aunque nos miente la madre cuando se le antoje a todos los mexicanos.


Tal vez porque AMLO no tiene qué hacer; o porque quizás su nueva esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, le calentó la cabeza con rollos seglares, pero debe señalarse –sin absolutamente ninguna inquina de índole religiosa –que AMLO es protestante, y, supongo yo, afecto a contrariar a los católicos, de forma semejante a su actual esposa, quien se siente a sus anchas para ir a reclamar al Papa Francisco que nos devuelva a los mexicanos lo “robado”, especialmente las sin duda bellas piezas arqueológicas indígenas de nuestro país que se exhiben en Europa y que fueron sustraídas de nuestro actual territorio por los españoles.

AMLO anda con el brete de que el actual pontífice de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, nos debe pedir disculpas a los mexicanos porque la Iglesia Católica se estableció en México a la fuerza, con la conquista por los españoles allá por los años 1500. Es decir, AMLO considera que la Iglesia Católica no pidió permiso, hace cinco siglos, a las comunidades indígenas para conquistarlas y saquearlas.

En ese tenor, en su gira por Europa Beatriz Gutiérrez Müller, la señora esposa de AMLO, pidió y obtuvo audiencia para platicar con el pontífice. Infinitamente más diplomático que la referida esposa de AMLO, el papa Francisco escuchó con atención la petición de AMLO que llevaba la señora esposa del presidente mexicano, de que simplemente se devolvieran los objetos artísticos de las comunidades indígenas de México que sustrajeron los españoles y ahora están en los museos del Vaticano.

En ese tenor, habrá de seguirse con los aztecas quienes, de acuerdo a esa visión presuntamente justiciera, debieron haber perdido perdón a los toltecas porque hicieron matanzas y demás. Es decir, se trata de hacer perder el tiempo, pero sobre todo vilipendiar a buena parte del pueblo mexicano, al pueblo creyente, dentro del que me incluyo.

Tal vez, asimismo, la señora esposa de AMLO quiera que ahora los mexicanos ofrezcamos sacrificios a Huitzilopochtli, y ya no perdamos el tiempo con nuestra religión; o si no, AMLO le dará instrucciones a ella para que nos regañe. Lo que sea, pero no le hallo sentido el generar pleitos con la grey católica mexicana de nuestro país y de Latinoamérica, sólo porque a la pareja del presidente se le antojó que el Papa debe excusarse con los mexicanos porque se nos “impuso” la religión católica.

¿Pero qué quiere la señora Gutiérrez Müller, que sigamos adorando a los dioses de nuestros ancestros indígenas, al mismo tiempo que la religión que nos trajeron los españoles? Al rato se les puede ocurrir a la pareja de AMLO quererle armar el “caldo gordo” a Trump para exigirle que nos devuelva California, Texas y Nuevo México.

Pero no, con su “amigo” Trump AMLO no se me mete, aunque nos miente la madre cuando se le antoje a todos los mexicanos.