Quienes aspiran a gobernar el estado de Zacatecas saben, sin duda, lo que en seguida voy a decir, lo único que hago es recordarlo en voz alta. Desde hace días observamos cómo se extingue la anterior clase política en México por descomposición, y no veremos el final de ésta en pocos meses. Los defensores de ella se están dando cuenta que estaban defendiendo lo indefendible, aunque aún hay quienes crean poder hacerlo. Estos procesos de extinción de una dirigencia nacional causan confusión y engaño en algunos medios, dependiendo de la posición desde donde la observen; causan daño transitorio para algunos y para otros es un daño irreparable. En este último caso actores y organizaciones políticas desaparecen de su escena política que parecía natural.
En este contexto describo algunos problemas del estado de Zacatecas que parecen crónicos. La población del estado hace décadas que no crece, somos en promedio millón y medio de habitantes, se ha concentrado en algunas ciudades, pero no aumenta en el estado; la mayoría a emigrado por que en su propia tierra no ha podido realizar su vida, no hay movilidad social porque no se han creado oportunidades, mismas que encuentran en otros estados de la República o en Estados Unidos y más recientemente en Canadá, por eso tenemos un 75% de gente que nace pobre y muere pobre, es un estado que se ubica en los cuatro últimos lugares de los treinta y dos estados de la República, y dinamiza su economía con el 94% que aporta la federación de un 6% con recursos propios; por eso, como bien lo han dicho, los gobernantes son pagadores de nómina.
La emigración no se contiene pronto, porque hace tiempo que se ve como nuestro salvavidas en todo el país. Recuerdo la España de Franco que mandaba braceros a trabajar a Alemania, hasta que ganaron los socialistas se retuvo la población en su país, por que un gobierno democrático y un pujante empresariado crearon riqueza y emplearon su mano de obra calificada.
Cuauhtémoc Cárdenas le propuso a AMLO la industrialización del país, esto es válido más aún para Zacatecas, en todas aquellas regiones donde existan o se puedan crear condiciones mínimas para ello, como gas natural, agua en abundancia y fibra óptica para la administración. Cierto, el turismo es una opción que no se puede abandonar, tampoco la inversión en el campo, en especial las regiones de riego; la minería, se ha dicho, es la vocación de Zacatecas y así la vemos también. Ninguna de esas opciones se tiene que abandonar, sino relacionarlas entre sí en todo lo posible, para que la industrialización en algunos años sea una realidad.
