/ lunes 29 de octubre de 2018

A propósito de la muerte...

Hace un año, hice mi último festival de cortometrajes en la escuela, yo le llamaba XIBALBÁ, era un festival que me fascinaba, era fortalecer las tradiciones del Día de Muertos en los jóvenes, y que supieran cómo organizar un evento.

Cierto día, cambié de rumbo, de lugar y cambió el destino, me llevé grandes recuerdos de ese festival y me hizo recordar, lo bien que se sentían las y los alumnos después de realizar este mini festival y aunque recibían sus observaciones, la verdad es que me llenaban de orgullo porque hasta eso había que disfrutar.

Es muy simple: Haz las cosas que te gustan como si fuera la última vez, así no te quedarás con ganas del “hubiera”.

Eso mismo pasa con la humanidad, pensamos que tendremos un mañana y no siempre es así, la vida pasa, el momento de decir “te amo” se esfuma, tenemos tiempo para el trabajo, pero no para irte a jugar con tus hijos, la tecnología nos come y nos volvemos un témpano, dejamos de ver a las personas que nos importan, porque “ya habrá oportunidad”, no disfrutamos lo suficiente los momentos que tenemos porque hay otros compromisos que atender... ¿Verdad?

Sé que entiende mi punto, porque le ha pasado infinidad de veces y no aprendemos, hasta que llega un día en que nos reprochamos, no haber estado, no haber compartido, no habernos tomado más fotos, no haber platicado más, reído más, soñado más...

Hace unos días escuché un comentario: “¿Por qué siempre está de buenas?”... No, no siempre estoy de buenas, pero algunas pérdidas familiares, de amigos y lugares de confort, me han enseñado poco a poco que necesitas disfrutar cada instante, porque todo se puede componer en esta vida, ya después, cuando la muerte se asoma, o cambiamos radicalmente por alguna circunstancia, es demasiado tarde.

Así que, no se quede con las ganas, realice sueños, tenga tiempo para usted, su familia y amigos, viaje, es decir, haga que las cosas simples de la vida se conviertan en momentos inolvidables y maravillosas, así nuestros recuerdos serán enormes y no tendrá cabida el vacío de decir: “Hubiera...”

Eso mismo me pasó con “XIBALBÁ”, mi percepción fue haber hecho un buen trabajo, y lo disfruté tanto, que ahora simplemente dejo que las nuevas generaciones y autoridades hagan lo mejor de el, y lo disfruten tanto o más de lo que lo hice yo.

Nos leemos el próximo lunes...



Hace un año, hice mi último festival de cortometrajes en la escuela, yo le llamaba XIBALBÁ, era un festival que me fascinaba, era fortalecer las tradiciones del Día de Muertos en los jóvenes, y que supieran cómo organizar un evento.

Cierto día, cambié de rumbo, de lugar y cambió el destino, me llevé grandes recuerdos de ese festival y me hizo recordar, lo bien que se sentían las y los alumnos después de realizar este mini festival y aunque recibían sus observaciones, la verdad es que me llenaban de orgullo porque hasta eso había que disfrutar.

Es muy simple: Haz las cosas que te gustan como si fuera la última vez, así no te quedarás con ganas del “hubiera”.

Eso mismo pasa con la humanidad, pensamos que tendremos un mañana y no siempre es así, la vida pasa, el momento de decir “te amo” se esfuma, tenemos tiempo para el trabajo, pero no para irte a jugar con tus hijos, la tecnología nos come y nos volvemos un témpano, dejamos de ver a las personas que nos importan, porque “ya habrá oportunidad”, no disfrutamos lo suficiente los momentos que tenemos porque hay otros compromisos que atender... ¿Verdad?

Sé que entiende mi punto, porque le ha pasado infinidad de veces y no aprendemos, hasta que llega un día en que nos reprochamos, no haber estado, no haber compartido, no habernos tomado más fotos, no haber platicado más, reído más, soñado más...

Hace unos días escuché un comentario: “¿Por qué siempre está de buenas?”... No, no siempre estoy de buenas, pero algunas pérdidas familiares, de amigos y lugares de confort, me han enseñado poco a poco que necesitas disfrutar cada instante, porque todo se puede componer en esta vida, ya después, cuando la muerte se asoma, o cambiamos radicalmente por alguna circunstancia, es demasiado tarde.

Así que, no se quede con las ganas, realice sueños, tenga tiempo para usted, su familia y amigos, viaje, es decir, haga que las cosas simples de la vida se conviertan en momentos inolvidables y maravillosas, así nuestros recuerdos serán enormes y no tendrá cabida el vacío de decir: “Hubiera...”

Eso mismo me pasó con “XIBALBÁ”, mi percepción fue haber hecho un buen trabajo, y lo disfruté tanto, que ahora simplemente dejo que las nuevas generaciones y autoridades hagan lo mejor de el, y lo disfruten tanto o más de lo que lo hice yo.

Nos leemos el próximo lunes...



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