/ miércoles 27 de abril de 2022

Cuidar la madre tierra

Cada veintidós de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo de dicho día es generar conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y promover una relación armoniosa con la naturaleza. Para este año, el mensaje que nos transmite la ONU se refiere a la necesidad de cambiar hacia ciudades más sostenibles, que sean funcionales para las personas, cuidando al medio ambiente y los ecosistemas de nuestro planeta Tierra.

Nuestras actividades como seres humanos ha alterado la vida de la naturaleza y, al hacerlo, perjudicamos nuestras propias vidas. Actividades como la deforestación, el cambio del uso del suelo, la agricultura y la ganadería de uso intensivo, la pérdida de biodiversidad y el comercio ilegal de vida silvestre aceleran las afectaciones a nuestro entorno natural. A consecuencia de estas alteraciones, la tierra responde y por eso en diferentes lugares se presentan eventos climáticos como: el calor extremo, los incendios forestales, las sequías, las inundaciones, las heladas y el derretimiento de los polos, por señalar algunos. Eventos que sin duda alguna afectan nuestra vida diaria.

La semana pasada escribí sobre los diferentes grados de sequía que afectan al país y a nuestro estado. Seguramente se preguntaron: ¿Cómo nos afecta la sequía? Una consecuencia notable es que podríamos llegar a situaciones de falta de comida. La sequía y la escasez de agua alteran los cíclos agrícolas, provocando caídas en la producción de granos vitales como el frijol, maíz, trigo y arroz. Dichas caídas también generan incrementos en los precios de los granos. Es decir, eventos climáticos como la sequía tienen implicaciones ambientales, alimentarias, económicas y sociales.

Precisamente esta es la relevancia de cuidar el entorno natural y los ecosistemas. De acuerdo con los científicos, la salud de las personas depende en gran medida de la salud de los ecosistemas del planeta Tierra. Bajo esta idea, la ONU lanzó la iniciativa el Decenio sobre la Restauración de los Ecosistemas, el cual tiene el objetivo de recuperar y restaurar los ecosistemas del mundo. Lo anterior nos traerá beneficios como suelos más fértiles, aire más limpio, infiltración de agua y captación de gases de efecto invernadero. Es decir, cuidar el medio ambiente y trabajar por el bienestar de la naturaleza contribuye a reducir nuestra vulnerabilidad frente a los efectos catastróficos del cambio climático.

La ONU nos invita a reflexionar sobre la necesidad de cambiar hacia un modelo de desarrollo sostenible: que sea benefico tanto para nosotros como para nuestro entorno natural. Cuidemos los ecosistemas, cuidemos nuestro único hogar: la madre Tierra.

Cada veintidós de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo de dicho día es generar conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y promover una relación armoniosa con la naturaleza. Para este año, el mensaje que nos transmite la ONU se refiere a la necesidad de cambiar hacia ciudades más sostenibles, que sean funcionales para las personas, cuidando al medio ambiente y los ecosistemas de nuestro planeta Tierra.

Nuestras actividades como seres humanos ha alterado la vida de la naturaleza y, al hacerlo, perjudicamos nuestras propias vidas. Actividades como la deforestación, el cambio del uso del suelo, la agricultura y la ganadería de uso intensivo, la pérdida de biodiversidad y el comercio ilegal de vida silvestre aceleran las afectaciones a nuestro entorno natural. A consecuencia de estas alteraciones, la tierra responde y por eso en diferentes lugares se presentan eventos climáticos como: el calor extremo, los incendios forestales, las sequías, las inundaciones, las heladas y el derretimiento de los polos, por señalar algunos. Eventos que sin duda alguna afectan nuestra vida diaria.

La semana pasada escribí sobre los diferentes grados de sequía que afectan al país y a nuestro estado. Seguramente se preguntaron: ¿Cómo nos afecta la sequía? Una consecuencia notable es que podríamos llegar a situaciones de falta de comida. La sequía y la escasez de agua alteran los cíclos agrícolas, provocando caídas en la producción de granos vitales como el frijol, maíz, trigo y arroz. Dichas caídas también generan incrementos en los precios de los granos. Es decir, eventos climáticos como la sequía tienen implicaciones ambientales, alimentarias, económicas y sociales.

Precisamente esta es la relevancia de cuidar el entorno natural y los ecosistemas. De acuerdo con los científicos, la salud de las personas depende en gran medida de la salud de los ecosistemas del planeta Tierra. Bajo esta idea, la ONU lanzó la iniciativa el Decenio sobre la Restauración de los Ecosistemas, el cual tiene el objetivo de recuperar y restaurar los ecosistemas del mundo. Lo anterior nos traerá beneficios como suelos más fértiles, aire más limpio, infiltración de agua y captación de gases de efecto invernadero. Es decir, cuidar el medio ambiente y trabajar por el bienestar de la naturaleza contribuye a reducir nuestra vulnerabilidad frente a los efectos catastróficos del cambio climático.

La ONU nos invita a reflexionar sobre la necesidad de cambiar hacia un modelo de desarrollo sostenible: que sea benefico tanto para nosotros como para nuestro entorno natural. Cuidemos los ecosistemas, cuidemos nuestro único hogar: la madre Tierra.