/ viernes 7 de agosto de 2020

Educando con sana distancia

El 2020 ha sido un año con retos sin precedentes; la inesperada pandemia generada por el COVID-19, ha evidenciado las problemáticas y desigualdades que diversos grupos sociales enfrentan a la hora de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Estamos frente a un verdadero desafío mundial, que involucra no solamente ámbitos de salud pública, sino también temas económicos y especialmente, en materia educativa.

En el país está próximo el reinicio de las actividades educativas. Tal como lo ha anunciado el gobierno federal, el próximo 24 de agosto comenzará el ciclo escolar y, dadas las condiciones actuales, se llevará a cabo de manera virtual, por lo que será fundamental el trabajo conjunto entre el gobierno, las televisoras, las radiodifusoras y la sociedad. El objetivo es claro: garantizar la continuidad del proceso formativo de más de 30 millones de estudiantes que se encuentran en alguno de los 16 ciclos escolares contemplados.

No cabe duda que nos encontramos ante una nueva forma de hacer las cosas, y ello plantea un enorme reto para todas y todos. Las plataformas digitales se han convertido en la herramienta más adecuada para los procesos educativos, en tiempos tan inciertos donde resulta necesario procurar el distanciamiento social y proteger a las familias.

Las redes sociales se han consolidado como un gran aliado en el campo académico, pues permiten acercar las escuelas a las y los alumnos; a través de plataformas como Zoom, Webex, incluso Facebook, pueden desarrollarse reuniones y compartir contenido. Sin embargo, hay que reconocer que México es un país en el que confluyen distintas realidades; las viejas prácticas obstaculizaron el desarrollo y se generó una enorme desigualdad, la cual existe también en el plano de la conectividad.

Muchas personas no cuentan con acceso a internet, por ello, es atinado que la estrategia sea distribuir los contenidos por televisión abierta, alcanzando así a más del 90% de la población. Además, en un auténtico compromiso con el pueblo mexicano y con una política que empatiza y es incluyente, se dispuso el uso de la radio y entrega de libros a domicilio, así, ningún hogar se quedará sin acceso a la educación.

La nueva normalidad nos impulsa a adaptarnos a la virtualidad: profesoras y profesores, madres, padres y estudiantes tienen frente a sí un panorama que, aunque no se encontraba en los planes, resulta la mejor medida para garantizar la educación, la salud y el bienestar de todas y todos.

Como país nos queda un importante desafío por delante y es trabajar incansablemente para lograr que todo el territorio nacional tenga acceso a internet, incluso aquellas zonas que se encuentran más alejadas, pues contar con estas herramientas permitirá que otros derechos sean ejercidos cabalmente. La pandemia nos sigue dejando importantes lecciones y la conectividad es una de ellas.

El 2020 ha sido un año con retos sin precedentes; la inesperada pandemia generada por el COVID-19, ha evidenciado las problemáticas y desigualdades que diversos grupos sociales enfrentan a la hora de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Estamos frente a un verdadero desafío mundial, que involucra no solamente ámbitos de salud pública, sino también temas económicos y especialmente, en materia educativa.

En el país está próximo el reinicio de las actividades educativas. Tal como lo ha anunciado el gobierno federal, el próximo 24 de agosto comenzará el ciclo escolar y, dadas las condiciones actuales, se llevará a cabo de manera virtual, por lo que será fundamental el trabajo conjunto entre el gobierno, las televisoras, las radiodifusoras y la sociedad. El objetivo es claro: garantizar la continuidad del proceso formativo de más de 30 millones de estudiantes que se encuentran en alguno de los 16 ciclos escolares contemplados.

No cabe duda que nos encontramos ante una nueva forma de hacer las cosas, y ello plantea un enorme reto para todas y todos. Las plataformas digitales se han convertido en la herramienta más adecuada para los procesos educativos, en tiempos tan inciertos donde resulta necesario procurar el distanciamiento social y proteger a las familias.

Las redes sociales se han consolidado como un gran aliado en el campo académico, pues permiten acercar las escuelas a las y los alumnos; a través de plataformas como Zoom, Webex, incluso Facebook, pueden desarrollarse reuniones y compartir contenido. Sin embargo, hay que reconocer que México es un país en el que confluyen distintas realidades; las viejas prácticas obstaculizaron el desarrollo y se generó una enorme desigualdad, la cual existe también en el plano de la conectividad.

Muchas personas no cuentan con acceso a internet, por ello, es atinado que la estrategia sea distribuir los contenidos por televisión abierta, alcanzando así a más del 90% de la población. Además, en un auténtico compromiso con el pueblo mexicano y con una política que empatiza y es incluyente, se dispuso el uso de la radio y entrega de libros a domicilio, así, ningún hogar se quedará sin acceso a la educación.

La nueva normalidad nos impulsa a adaptarnos a la virtualidad: profesoras y profesores, madres, padres y estudiantes tienen frente a sí un panorama que, aunque no se encontraba en los planes, resulta la mejor medida para garantizar la educación, la salud y el bienestar de todas y todos.

Como país nos queda un importante desafío por delante y es trabajar incansablemente para lograr que todo el territorio nacional tenga acceso a internet, incluso aquellas zonas que se encuentran más alejadas, pues contar con estas herramientas permitirá que otros derechos sean ejercidos cabalmente. La pandemia nos sigue dejando importantes lecciones y la conectividad es una de ellas.