/ martes 6 de noviembre de 2018

El INE se lanza de lleno a la consulta popular

En términos generales, considero que son convenientes y encomiables las consultas en las que participen los integrantes de la población, máxime si se trata de los sectores infantil y juvenil de nuestro país. Aunque en mi perspectiva, como mero ciudadano que soy, la didáctica, es decir, la parte de la pedagogía que estudia las técnicas y métodos de enseñanza, “(…) en la construcción y diseño de políticas gubernamentales” (Consúltese Excélsior https://www.excelsior.com.mx/nacional/pide-ine-voluntarios-para-la-consulta-infantil-y-juvenil/4/11/2018), tal como pretende hacer el Instituto Nacional Electoral (INE), dista un tanto de contribuir al bosquejo efectivamente definido en el diseño de las políticas gubernamentales.

Es oportuno traer a colación –dicho sea sin petulancia alguna– un extenso texto que escribí hace algunos años, denominado Educación Cívica, Cultura Política y Participación Ciudadana en Zacatecas, editado por Plaza y Valdés Editores, en el que hago un rastreo sobre la enseñanza de la educación cívica en Zacatecas en particular, así como a nivel nacional.

De esa guisa, revisando por ejemplo los textos de prohombres zacatecanos, como fue el caso de José E. Pedroza, quien compendia una obra que debería reeditarse, Memoria de 1889, pues además de hacer un estudio de cuanta escuela había en ese momento en Zacatecas, propone reformas educativas ciertamente interesantes.

Pedroza establece en el referido extenso escrito de él, entre otras premisas con atinado relieve republicano, que: “(…) para que la igualdad política del individuo sea un hecho real y verdadero, se establezca primeramente la igualdad en la instrucción, que es el único medio para llegar a la igualdad moral”. Es decir, ya desde el siglo XIX se establecía el vínculo tan importante entre escuela y educación política. Más todavía: se subraya algo que no aparece en la discusión actual, es decir la igualdad en la instrucción: que no haya mejores y peores escuelas, sino que todos los centros educativos establezcan políticas para mantener niveles semejantes de buena docencia y de ambiente favorable a la superación de los educandos.

Por lo demás, la forma como el INE pretende llevar a cabo la referida tarea no me parece la más adecuada. Se hace la invitación a participar en la realización del referido “diseño” de la misma tumultuaria forma como se realizó la reciente consulta de AMLO a la población mexicana: sin mucho sentido, desordenada, con infinidad de irregularidades (como la repetición del voto de parte de personas interesadas en abortar la consulta, o de plano de ensanchar la chunga eleccionaria) en la participación en la consulta ciudadana.

Debería reconsiderarse, pienso, la posibilidad de reimplantar las pedagogías vigentes en el siglo XIX, las cuales proponían didácticas que desarrollaran las destrezas argumentativas de las niñas y de los niños respecto de los propósitos y tareas gubernamentales. Se trataba fundamentalmente de enseñar, desde la más temprana edad, lo que se podría emprender en caso de que ellos accedieran a las tareas gubernamentales.


En términos generales, considero que son convenientes y encomiables las consultas en las que participen los integrantes de la población, máxime si se trata de los sectores infantil y juvenil de nuestro país. Aunque en mi perspectiva, como mero ciudadano que soy, la didáctica, es decir, la parte de la pedagogía que estudia las técnicas y métodos de enseñanza, “(…) en la construcción y diseño de políticas gubernamentales” (Consúltese Excélsior https://www.excelsior.com.mx/nacional/pide-ine-voluntarios-para-la-consulta-infantil-y-juvenil/4/11/2018), tal como pretende hacer el Instituto Nacional Electoral (INE), dista un tanto de contribuir al bosquejo efectivamente definido en el diseño de las políticas gubernamentales.

Es oportuno traer a colación –dicho sea sin petulancia alguna– un extenso texto que escribí hace algunos años, denominado Educación Cívica, Cultura Política y Participación Ciudadana en Zacatecas, editado por Plaza y Valdés Editores, en el que hago un rastreo sobre la enseñanza de la educación cívica en Zacatecas en particular, así como a nivel nacional.

De esa guisa, revisando por ejemplo los textos de prohombres zacatecanos, como fue el caso de José E. Pedroza, quien compendia una obra que debería reeditarse, Memoria de 1889, pues además de hacer un estudio de cuanta escuela había en ese momento en Zacatecas, propone reformas educativas ciertamente interesantes.

Pedroza establece en el referido extenso escrito de él, entre otras premisas con atinado relieve republicano, que: “(…) para que la igualdad política del individuo sea un hecho real y verdadero, se establezca primeramente la igualdad en la instrucción, que es el único medio para llegar a la igualdad moral”. Es decir, ya desde el siglo XIX se establecía el vínculo tan importante entre escuela y educación política. Más todavía: se subraya algo que no aparece en la discusión actual, es decir la igualdad en la instrucción: que no haya mejores y peores escuelas, sino que todos los centros educativos establezcan políticas para mantener niveles semejantes de buena docencia y de ambiente favorable a la superación de los educandos.

Por lo demás, la forma como el INE pretende llevar a cabo la referida tarea no me parece la más adecuada. Se hace la invitación a participar en la realización del referido “diseño” de la misma tumultuaria forma como se realizó la reciente consulta de AMLO a la población mexicana: sin mucho sentido, desordenada, con infinidad de irregularidades (como la repetición del voto de parte de personas interesadas en abortar la consulta, o de plano de ensanchar la chunga eleccionaria) en la participación en la consulta ciudadana.

Debería reconsiderarse, pienso, la posibilidad de reimplantar las pedagogías vigentes en el siglo XIX, las cuales proponían didácticas que desarrollaran las destrezas argumentativas de las niñas y de los niños respecto de los propósitos y tareas gubernamentales. Se trataba fundamentalmente de enseñar, desde la más temprana edad, lo que se podría emprender en caso de que ellos accedieran a las tareas gubernamentales.