/ miércoles 27 de octubre de 2021

¿Están en riesgo las ciudades?

¿Están en riesgo las ciudades? Es una pregunta provocadora. Es una invitación a la reflexión sobre la forma en que habitamos las ciudades y los pueblos, sobre la forma en que interactuamos con el medio ambiente. De no realizar cambios, la respuesta a dicha pregunta es preocupante: sí estarían en riesgo los lugares en los que vivimos.

En el marco del Tercer Congreso Internacional de Gestión Integral de Riesgos y Resilencia en Ciudades, Ricardo Mena, Director Global de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres, alertó que los efectos del cambio climático provocarán un incremento de epidemias, pandemias y riesgos de desastres naturales. Lo más preocupante es que el impacto será mayor en zonas metropolitanas, particularmente de países de ingresos bajos y medianos, como es el caso de México.

En nuestro país más de 75 millones de personas habitan en las 74 zonas metropolitanas delimitadas en el país. La zona metropolitana con mayor densidad poblacional es la Zona Metropolitana del Valle de México, seguida de las zonas metropolitanas de Guadalajara y de Monterrey. La zona de Zacatecas – Guadalupe es también considerada una zona metropolitana aunque no cuente con la misma densidad poblacional y ni las dinámicas de interacción como las tres antes mencionadas. A pesar de las diferencias entre las zonas metropolitanas -incluso ya se habla de megalópolis- millones de personas que vivimos en grandes ciudades estaríamos en riesgo.

Ricardo Mena también destacó varios datos preocupantes para el año 2030 por la forma en que el cambio climático se manifiesta y contribuye al riesgo en las ciudades: el 40 por ciento de la población en el mundo tendrá déficit de agua potable; las inundaciones aumentarán 2.7 veces y las sequías se duplicarán. Faltan nueve años para llegar al 2030; sin embargo, los impactos del cambio climático en las ciudades ya están presentes. Ejemplos de ellos son las inundaciones que afectaron ciudades como Nueva York, las damnificaciones que ocasionó el huracán Grace en Veracruz, el desbordamiento del Río Tula en Hidalgo y los incendios forestales en Australia, por mencionar algunas de las tantas expresiones de la crisis climática.

El cambio climático es un tema de preocupación global, pero reducir sus riesgos implica soluciones desde lo local. Lo anterior va desde pequeñas acciones individuales en nuestro día a día hasta lo que realizan las autoridades municipales y estatales. Requerimos una participación y responsabilidad compartida entre instituciones globales, autoridades locales, sociedad civil y ciudadanos para enfrentar esta crisis climática. La clave está en la prevención porque hoy la mayor parte de los recursos se emplean para atender los desastres una vez que ocurrieron.

Concluyo este artículo con una pregunta para usted amable lectora y amable lector: ¿Qué cambios en su vida cotidiana está dispuesto a realizar para reducir el riesgo del cambio climático?

¿Están en riesgo las ciudades? Es una pregunta provocadora. Es una invitación a la reflexión sobre la forma en que habitamos las ciudades y los pueblos, sobre la forma en que interactuamos con el medio ambiente. De no realizar cambios, la respuesta a dicha pregunta es preocupante: sí estarían en riesgo los lugares en los que vivimos.

En el marco del Tercer Congreso Internacional de Gestión Integral de Riesgos y Resilencia en Ciudades, Ricardo Mena, Director Global de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres, alertó que los efectos del cambio climático provocarán un incremento de epidemias, pandemias y riesgos de desastres naturales. Lo más preocupante es que el impacto será mayor en zonas metropolitanas, particularmente de países de ingresos bajos y medianos, como es el caso de México.

En nuestro país más de 75 millones de personas habitan en las 74 zonas metropolitanas delimitadas en el país. La zona metropolitana con mayor densidad poblacional es la Zona Metropolitana del Valle de México, seguida de las zonas metropolitanas de Guadalajara y de Monterrey. La zona de Zacatecas – Guadalupe es también considerada una zona metropolitana aunque no cuente con la misma densidad poblacional y ni las dinámicas de interacción como las tres antes mencionadas. A pesar de las diferencias entre las zonas metropolitanas -incluso ya se habla de megalópolis- millones de personas que vivimos en grandes ciudades estaríamos en riesgo.

Ricardo Mena también destacó varios datos preocupantes para el año 2030 por la forma en que el cambio climático se manifiesta y contribuye al riesgo en las ciudades: el 40 por ciento de la población en el mundo tendrá déficit de agua potable; las inundaciones aumentarán 2.7 veces y las sequías se duplicarán. Faltan nueve años para llegar al 2030; sin embargo, los impactos del cambio climático en las ciudades ya están presentes. Ejemplos de ellos son las inundaciones que afectaron ciudades como Nueva York, las damnificaciones que ocasionó el huracán Grace en Veracruz, el desbordamiento del Río Tula en Hidalgo y los incendios forestales en Australia, por mencionar algunas de las tantas expresiones de la crisis climática.

El cambio climático es un tema de preocupación global, pero reducir sus riesgos implica soluciones desde lo local. Lo anterior va desde pequeñas acciones individuales en nuestro día a día hasta lo que realizan las autoridades municipales y estatales. Requerimos una participación y responsabilidad compartida entre instituciones globales, autoridades locales, sociedad civil y ciudadanos para enfrentar esta crisis climática. La clave está en la prevención porque hoy la mayor parte de los recursos se emplean para atender los desastres una vez que ocurrieron.

Concluyo este artículo con una pregunta para usted amable lectora y amable lector: ¿Qué cambios en su vida cotidiana está dispuesto a realizar para reducir el riesgo del cambio climático?