Paco Ignacio Taibo II, sin duda un escritor críticoy competente acerca de las inequidades políticas y sociales de nuestro entorno nacional, además de personaje muy coherente y oportuno en sus declaraciones públicas, ha sido convocado a dirigir el Fondo Cultura Económica por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Y sí, definitivamente –ahora que se está nombrando funcionarios públicos sin ton ni son, sin que, en buena parte de las veces, se tenga idea de qué es lo que ellas y ellos van a hacer en su cargo administrativo, sobre todo por su falta de experiencia en la gestión pública –Taibo II es un escritor que vale la pena leer, y cuyas opiniones son críticas y atrayentemente bien formuladas. Es decir, él es de los escritores que califican la actividad gubernamental, especialmente la anómala, la deshonesta, con, sobre todo fundamento y credibilidad pública.
Cuando voy a la Ciudad de México generalmente, como rutina ineludible, acudo a las librerías para ver qué nuevos textos se han publicado sobre los temas de mi interés, especialmente el análisis de asuntos políticos y sociales. Y sí, a lo sumo, luego de tres o más meses sin hacer mi visita periódica a esa gran ciudad, hay cuando mucho dos o tres nuevos títulos sobre esos temas. Es decir, se publican muy escasos librossobre la temática política y social nacional en nuestro país, al margen de la calidad de éstos.
Y uno se pregunta: ¿y los textos de mis amistades, quienes trabajan en otras universidades, dónde están?, pues son textos que llego a conocer en los congresos a los que asisto, y quegeneralmente no están en las librerías, y los congresos son oportunidad ideal para quienes nos atrae la investigación político-social, para que además podamos ofrecer, nosotros mismos, nuestros textos.
En efecto, hay un gran problema de publicación de librosen nuestro país. Los dineros que consiguen las universidades públicas para ese fin generalmente ya están etiquetados para quienes ostentan algún cargo de autoridad de relieve dentro de las mismas. Es decir, no existen criterios desde mi punto de vista válidos para la publicación de textos; de si, por ejemplo, el tema que se aborda es de relieve para cierto público, de si está escrito con prosa lúcida y adecuada, etcétera. No, simplemente se trata de si está uno en bien con alguna de las autoridades que manejan ese recurso; de si –todavía mejor si uno está en esa situación –ocupa uno un puesto de relieve para uno mismo publicar sus propios textos.
Añadiría yo a esa crítica, una fundamental: la de lo avejentado de los textos que se ofrecen a nivel nacional. Ciertamente, es muy escasa la oferta de nuevos textos; la mayor parte de esa oferta es, entonces, muy antigua: son escasos los nuevos escritos; la mayoría de los libros en venta son, principalmente, reimpresiones de los antiguos.
Ojalá Paco Ignacio Taibo II haga algo trascedente a ese respecto: de que no se obtengan las grandes ganancias en el FCE, sino de que trasciendan y se lean los textos que se publiquen.
