/ martes 2 de julio de 2019

Los dichos del presidente AMLO

Tal vez las obras gubernamentales físicas del presidente AMLO no susciten entre la población las reflexiones que sus dichos y opiniones tienen respecto de la ciudadanía. Ciertamente, expresiones públicas como una de las más recientes de que “no tiene mucha ciencia gobernar”, realizada en el deportivo de béisbol de Ecatepec, ante consignas de algunos asistentes a esa reunión por la ausencia de obras y servicios gubernamentales en su comunidad. Ahí AMLO espetó que ha costado trabajo echar a andar a la administración pública federal: “era un gobierno federal que estaba echado como un elefante”, expresó.

El presidente AMLO siguió con su perorata, haciendo alusión a que no tiene “mucha ciencia” gobernar, porque la política –arguye él –no tiene que ver con el sentido común. "No crean que tiene mucha ciencia el gobernar. Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar no es tan apegado a la realidad; la política tiene más que ver con el sentido común que es el menos común, eso sí, de los sentidos”, pontificó AMLO.

En esa ocasión AMLO siguió discurriendo de manera un tanto crítica: “La política tiene que ver más con el juicio práctico, la política es transformar, es hacer historia, es un oficio noble que permite a la autoridad servir a sus semejantes, servir al prójimo. Esa es la verdadera política", concluyó con esta idea parte de su perorata, por supuesto que sin admitir preguntas ni refutaciones.

Prosiguió él su alocución echando ahora mano de las metáforas: "Todavía falta (¿?) porque cuesta trabajo echar a andar al gobierno dado que era un gobierno, el federal, que estaba echado como un elefante reumático y mañoso que hay que pararlo y empujarlo para que le sirva al pueblo".

Sí, no tiene “ciencia” gobernar, sobre todo como lo hace AMLO: “al vil chilazo”, “a como salga”, sin examinar contextos, tiempos, beneficios, conflictos y demás; sin tratar de razonar ni optimizar el empleo de los recursos públicos. Sólo su animadversión por los fifís es lo notable (lo recordable) de estos primeros meses de gobierno, en tanto, lejos de aminorar la inseguridad pública, el principal problema de la población conforme a las encuestas del INEGI, es que ésta se acrecienta día con día.

AMLO, para esto, no desaprovecha ocasión para irse en contra de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a la que en lo personal considero, sin duda alguna, una institución humanitaria.

El rencor del presidente de la República es porque él considera -procede recordar -que es mejor darles directamente dinero a los padres de familias sin recursos, en vez de, como se ha estado haciendo, proporcionándoles servicios de guardería a los hijos de madres trabajadoras.

O, ¿usted qué opina? apreciable lector(a)

Tal vez las obras gubernamentales físicas del presidente AMLO no susciten entre la población las reflexiones que sus dichos y opiniones tienen respecto de la ciudadanía. Ciertamente, expresiones públicas como una de las más recientes de que “no tiene mucha ciencia gobernar”, realizada en el deportivo de béisbol de Ecatepec, ante consignas de algunos asistentes a esa reunión por la ausencia de obras y servicios gubernamentales en su comunidad. Ahí AMLO espetó que ha costado trabajo echar a andar a la administración pública federal: “era un gobierno federal que estaba echado como un elefante”, expresó.

El presidente AMLO siguió con su perorata, haciendo alusión a que no tiene “mucha ciencia” gobernar, porque la política –arguye él –no tiene que ver con el sentido común. "No crean que tiene mucha ciencia el gobernar. Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar no es tan apegado a la realidad; la política tiene más que ver con el sentido común que es el menos común, eso sí, de los sentidos”, pontificó AMLO.

En esa ocasión AMLO siguió discurriendo de manera un tanto crítica: “La política tiene que ver más con el juicio práctico, la política es transformar, es hacer historia, es un oficio noble que permite a la autoridad servir a sus semejantes, servir al prójimo. Esa es la verdadera política", concluyó con esta idea parte de su perorata, por supuesto que sin admitir preguntas ni refutaciones.

Prosiguió él su alocución echando ahora mano de las metáforas: "Todavía falta (¿?) porque cuesta trabajo echar a andar al gobierno dado que era un gobierno, el federal, que estaba echado como un elefante reumático y mañoso que hay que pararlo y empujarlo para que le sirva al pueblo".

Sí, no tiene “ciencia” gobernar, sobre todo como lo hace AMLO: “al vil chilazo”, “a como salga”, sin examinar contextos, tiempos, beneficios, conflictos y demás; sin tratar de razonar ni optimizar el empleo de los recursos públicos. Sólo su animadversión por los fifís es lo notable (lo recordable) de estos primeros meses de gobierno, en tanto, lejos de aminorar la inseguridad pública, el principal problema de la población conforme a las encuestas del INEGI, es que ésta se acrecienta día con día.

AMLO, para esto, no desaprovecha ocasión para irse en contra de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a la que en lo personal considero, sin duda alguna, una institución humanitaria.

El rencor del presidente de la República es porque él considera -procede recordar -que es mejor darles directamente dinero a los padres de familias sin recursos, en vez de, como se ha estado haciendo, proporcionándoles servicios de guardería a los hijos de madres trabajadoras.

O, ¿usted qué opina? apreciable lector(a)