/ viernes 24 de mayo de 2024

Suicidios en cárcel de mujeres

En el presente artículo hare un paréntesis en la secuencia de la creación de cárceles de máxima seguridad en México, debido a que este tema es de suma relevancia, que debe llamar nuestra atención, que, ya de por sí la reclusión de mujeres en el Centro Penitenciario Federal número 16 de Coatlan del Rio en el Estado de Morelos, y las fatales consecuencias que han traído con la muerte de 11 reclusas en el lapso de nueve meses del año 2023.

El CEFERESO 16 es nuevo, se concluyó su construcción a mediados del 2015 iniciando en operaciones el 27 de octubre del mismo año, es parte de un lote de ocho cárceles federales administrados por empresas privadas, dicho centro es operado por el grupo “IDEAL” que ejecuta el contrato millonario con el gobierno, a través de Genaro García Luna que se firmó en 2010, con las empresas el monto fue de 276,619 millones de pesos, siendo 16,500 millones de dólares entre las ocho prisiones, por medio de un contrato blindado por 20 años.

Este centro penitenciario fue inspirado en las cárceles de Estados Unidos, tiene capacidad de albergar a 2528 internas, esta es la única cárcel federal para mujeres en todo el país, por lo que ha sido necesario poblarla trasladando a las internas del país, generalmente del fuero federal o aquellas sentenciadas con penas altas, o relacionadas con delincuencia organizada, las instalaciones son amplias y limpias, ordenadas se compone de un hospital, una empresa maquiladora Ivsomex, que da trabajo a algunas decenas de mujeres, un Cendi donde había 9 niños hasta finales del 2023, y 10 módulos divididos en mínima, mediana y máxima seguridad.

La prisión reporta un ingreso mensual de 136 millones de pesos, la empresa a cambio debe proveer de elementos físicos, materiales y tecnológicos, así como el mantenimiento de la infraestructura, a ciencia cierta se desconocen los costos debido a que la información este reservada por el Gobierno, en el caso de esta prisión se debe contar con el servicio de una ginecóloga para la atención de las mujeres, ya que no se tenia hasta que se interpuso un amparo para que se preste el servicio de salud especializado, aunque es su responsabilidad, ni siquiera se tenía dicha atención médica.

Entre las cárceles privatizadas, la más costoso es justamente la de Morelos, durante el año 2021 había 806 mujeres y el gobierno pagaba a CRS Morelos y Capital Inbursa 1.925 millones de pesos al año, lo que significa 6,634 pesos (400 dólares) al día por cada mujer. Esta cárcel era la más cara no por la calidad de los servicios para las mujeres que nos los tenían, sino porque era una cárcel a un tercio de su capacidad, ya que los contratos son millonarios y se cobran a la capacidad de la totalidad que tiene el centro penitenciario. En enero del 2022 había 781 internas y en mayo del 2023 se llegó a 1124, en poco más de un año llegaron casi 500 mujeres más.

Los traslados carcelarios deben ser excepcionales reservados para casos de delincuencia organizada, de seguridad del centro o de salud y que se cumpla la sentencia en centros más cercanos a su domicilio. La CNDH señalo que el 80% de los traslados estudiados no estaban motivados, en consecuencia, podrían poner en riesgo la integridad de las mujeres privadas de su libertad, en su informe de enero del 2023, el 66% de las entrevistadas se autolesiono después del traslado y el 46% se colgó.

El régimen de estos centros es muy estricto, las presas están 23 horas al día dentro de la celda, solo tienen una llamada a la semana máximo 10 minutos, los efectos de la prisión son muy fuertes, NO VIVEN, SOBREVIVEN.

Estas condiciones sin duda, fueron la causa de la muerte de estas 11 internas reportadas que murieron “una tras otra” con sabanas o calcetines, donde las demás reclusas no pudieron hacer nada, ni las custodias llegaron a tiempo, ni el Estado las protegió. Esta cárcel es una bomba a punto de estallar.

En el presente artículo hare un paréntesis en la secuencia de la creación de cárceles de máxima seguridad en México, debido a que este tema es de suma relevancia, que debe llamar nuestra atención, que, ya de por sí la reclusión de mujeres en el Centro Penitenciario Federal número 16 de Coatlan del Rio en el Estado de Morelos, y las fatales consecuencias que han traído con la muerte de 11 reclusas en el lapso de nueve meses del año 2023.

El CEFERESO 16 es nuevo, se concluyó su construcción a mediados del 2015 iniciando en operaciones el 27 de octubre del mismo año, es parte de un lote de ocho cárceles federales administrados por empresas privadas, dicho centro es operado por el grupo “IDEAL” que ejecuta el contrato millonario con el gobierno, a través de Genaro García Luna que se firmó en 2010, con las empresas el monto fue de 276,619 millones de pesos, siendo 16,500 millones de dólares entre las ocho prisiones, por medio de un contrato blindado por 20 años.

Este centro penitenciario fue inspirado en las cárceles de Estados Unidos, tiene capacidad de albergar a 2528 internas, esta es la única cárcel federal para mujeres en todo el país, por lo que ha sido necesario poblarla trasladando a las internas del país, generalmente del fuero federal o aquellas sentenciadas con penas altas, o relacionadas con delincuencia organizada, las instalaciones son amplias y limpias, ordenadas se compone de un hospital, una empresa maquiladora Ivsomex, que da trabajo a algunas decenas de mujeres, un Cendi donde había 9 niños hasta finales del 2023, y 10 módulos divididos en mínima, mediana y máxima seguridad.

La prisión reporta un ingreso mensual de 136 millones de pesos, la empresa a cambio debe proveer de elementos físicos, materiales y tecnológicos, así como el mantenimiento de la infraestructura, a ciencia cierta se desconocen los costos debido a que la información este reservada por el Gobierno, en el caso de esta prisión se debe contar con el servicio de una ginecóloga para la atención de las mujeres, ya que no se tenia hasta que se interpuso un amparo para que se preste el servicio de salud especializado, aunque es su responsabilidad, ni siquiera se tenía dicha atención médica.

Entre las cárceles privatizadas, la más costoso es justamente la de Morelos, durante el año 2021 había 806 mujeres y el gobierno pagaba a CRS Morelos y Capital Inbursa 1.925 millones de pesos al año, lo que significa 6,634 pesos (400 dólares) al día por cada mujer. Esta cárcel era la más cara no por la calidad de los servicios para las mujeres que nos los tenían, sino porque era una cárcel a un tercio de su capacidad, ya que los contratos son millonarios y se cobran a la capacidad de la totalidad que tiene el centro penitenciario. En enero del 2022 había 781 internas y en mayo del 2023 se llegó a 1124, en poco más de un año llegaron casi 500 mujeres más.

Los traslados carcelarios deben ser excepcionales reservados para casos de delincuencia organizada, de seguridad del centro o de salud y que se cumpla la sentencia en centros más cercanos a su domicilio. La CNDH señalo que el 80% de los traslados estudiados no estaban motivados, en consecuencia, podrían poner en riesgo la integridad de las mujeres privadas de su libertad, en su informe de enero del 2023, el 66% de las entrevistadas se autolesiono después del traslado y el 46% se colgó.

El régimen de estos centros es muy estricto, las presas están 23 horas al día dentro de la celda, solo tienen una llamada a la semana máximo 10 minutos, los efectos de la prisión son muy fuertes, NO VIVEN, SOBREVIVEN.

Estas condiciones sin duda, fueron la causa de la muerte de estas 11 internas reportadas que murieron “una tras otra” con sabanas o calcetines, donde las demás reclusas no pudieron hacer nada, ni las custodias llegaron a tiempo, ni el Estado las protegió. Esta cárcel es una bomba a punto de estallar.