/ lunes 13 de septiembre de 2021

El metodólogo del deporte │ Este es el verdadero camino II

Alimenta tus sueños con una mente limpia, no esperes el momento para hacerlo, porque el tiempo no te dará más que tiempo para que no lo desperdicies, porque ya no tendrás ese tiempo para nuevamente volver a él.

No tengas miedo, recuerda que estás viviendo el poco o mucho tiempo que te quede, entonces ¿porque vives con desgracias en tu mente? háblate a ti mismo con amor y respeto; recupera tu pasión de lo que amas, vive con este pensamiento, ya que algo bueno va a suceder en tu vida en poco tiempo.

No será el largo tiempo en que lo vivas para lograrlo, sino, es el breve instante en que te decidas a hacerlo, el breve tiempo en que levantaras tu frente y miraras que el infinito se hizo para ti, así como el firmamento lo hizo Dios para las águilas, si, para volar y ser libre.

No es vergonzoso caer o tropezar en los intentos, vergonzoso es aquel que se rinde en la segunda caída y se vence a sí mismo. Cuando existe en la vida los tropezones o caídas, éstas nos harán sentir que estamos en movimiento, que estamos sobre el camino y, que este camino no es fácil, pues, habrá subidas como bajadas, pero, aquí es donde la valentía mental será la causa de levantarnos y seguir, así exista la sangre en nuestro cuerpo como la soledad en nuestra vida.

La felicidad no es un lugar a donde llegar, la felicidad es el camino que llevamos hasta nuestro destino. Terminar tomados de la mano de Dios por tan sólo seguir sus mandamientos y terminarlo dentro de nuestro diario vivir.

No esperes saber qué es lo que opinan de ti, preocúpate de ti, de tus pensamientos de tus objetivos, de tu felicidad, lo demás no debe de hacerte cambiar de rumbo, ni vacilar para rendirte, ya que nuestras debilidades podrán asumir este control y terminaremos vencidos antes de llegar a nuestro final.

El éxito lo logran las personas comunes y corrientes, y no sólo los ricos o estudiados. El éxito no es la riqueza terrenal y todo lo que logres con tu poder; el éxito está en el modo en que vivas, en el modo en que convivas con los demás, con la ayuda que des a los que no tienen y con los actos de piedad con los que vivas. Éste es el verdadero éxito, ya que la vida te estará esperando en su final para cerrar tu verdadero triunfo, al coronarte como un ser digno de la gracia de Dios y llegar a donde Él nos tenga preparado ese premio.

Que hermoso terminar la vida rodeada de felicidad, pobre en lo material y rico en virtudes vividas llenas de alegría junto a los seres más amados a rededor de nuestra cama. Cuando el hombre le pone un límite a su presente, éste se está poniendo un límite a lo que puede aún lograr; nunca te detengas, sólo descansa y piensa en que debes de seguir, continuar y no detenerte hasta que llegue en nosotros el término del camino.

Cuando eres bueno con los demás, eres maravilloso contigo mismo, pues, lo que das o de lo que hablas, tiene efectos positivos. De nada sirve estar sujetos a los malos momentos o a los negativos resultados, no te preocupes, sólo mejora y no estés sujeto a tus tinieblas, mira el sol y su luz y sigue, nunca te venzas. Mantén la esperanza de que todo pueda mejorar y la fe en que poco a poco cambiará lo malo o lo débil.

Alimenta tus sueños con una mente limpia, no esperes el momento para hacerlo, porque el tiempo no te dará más que tiempo para que no lo desperdicies, porque ya no tendrás ese tiempo para nuevamente volver a él.

No tengas miedo, recuerda que estás viviendo el poco o mucho tiempo que te quede, entonces ¿porque vives con desgracias en tu mente? háblate a ti mismo con amor y respeto; recupera tu pasión de lo que amas, vive con este pensamiento, ya que algo bueno va a suceder en tu vida en poco tiempo.

No será el largo tiempo en que lo vivas para lograrlo, sino, es el breve instante en que te decidas a hacerlo, el breve tiempo en que levantaras tu frente y miraras que el infinito se hizo para ti, así como el firmamento lo hizo Dios para las águilas, si, para volar y ser libre.

No es vergonzoso caer o tropezar en los intentos, vergonzoso es aquel que se rinde en la segunda caída y se vence a sí mismo. Cuando existe en la vida los tropezones o caídas, éstas nos harán sentir que estamos en movimiento, que estamos sobre el camino y, que este camino no es fácil, pues, habrá subidas como bajadas, pero, aquí es donde la valentía mental será la causa de levantarnos y seguir, así exista la sangre en nuestro cuerpo como la soledad en nuestra vida.

La felicidad no es un lugar a donde llegar, la felicidad es el camino que llevamos hasta nuestro destino. Terminar tomados de la mano de Dios por tan sólo seguir sus mandamientos y terminarlo dentro de nuestro diario vivir.

No esperes saber qué es lo que opinan de ti, preocúpate de ti, de tus pensamientos de tus objetivos, de tu felicidad, lo demás no debe de hacerte cambiar de rumbo, ni vacilar para rendirte, ya que nuestras debilidades podrán asumir este control y terminaremos vencidos antes de llegar a nuestro final.

El éxito lo logran las personas comunes y corrientes, y no sólo los ricos o estudiados. El éxito no es la riqueza terrenal y todo lo que logres con tu poder; el éxito está en el modo en que vivas, en el modo en que convivas con los demás, con la ayuda que des a los que no tienen y con los actos de piedad con los que vivas. Éste es el verdadero éxito, ya que la vida te estará esperando en su final para cerrar tu verdadero triunfo, al coronarte como un ser digno de la gracia de Dios y llegar a donde Él nos tenga preparado ese premio.

Que hermoso terminar la vida rodeada de felicidad, pobre en lo material y rico en virtudes vividas llenas de alegría junto a los seres más amados a rededor de nuestra cama. Cuando el hombre le pone un límite a su presente, éste se está poniendo un límite a lo que puede aún lograr; nunca te detengas, sólo descansa y piensa en que debes de seguir, continuar y no detenerte hasta que llegue en nosotros el término del camino.

Cuando eres bueno con los demás, eres maravilloso contigo mismo, pues, lo que das o de lo que hablas, tiene efectos positivos. De nada sirve estar sujetos a los malos momentos o a los negativos resultados, no te preocupes, sólo mejora y no estés sujeto a tus tinieblas, mira el sol y su luz y sigue, nunca te venzas. Mantén la esperanza de que todo pueda mejorar y la fe en que poco a poco cambiará lo malo o lo débil.