/ lunes 25 de octubre de 2021

El metodólogo del deporte │ La vida es muy clara, y así hay que vivirla

Sólo espero detener un momento de la vida, para escuchar el latido de mi corazón y darme cuenta que los errores del pasado pueden ser los triunfos del mañana, ello, si reconozco que fallé y que los latidos de mi corazón me reclaman que debo de seguir, aunque mis lágrimas recorran mis mejillas.

Ya con esto me daré cuenta que mis triunfos deberán de emanar de mis caídas y no de mis logros alcanzados. Así poder darme cuenta de quién soy, de donde vengo y hasta donde puedo llegar si reconozco que falle, dándome cuenta que ese lugar en donde una vez estuve parado no era mi lugar y que el tiempo en que lo viví no era mi tiempo.

Todos tenemos un tiempo para hacer que las cosas sucedan y, sé también que existe un lapso en que el mismo tiempo hará que las cosas sucedan, y quizás no siempre a nuestro modo o conveniencia.

En nuestra vida siempre tendremos tormentas y fuertes vientos, pero, la paciencia nos dará los días en que esos tiempos difíciles se conviertan en alegres por tan sólo mantener la paciencia en nosotros mismos y la fe en Dios en que todo poco a poco y a su manera Él las cambiará.

Siempre necesitamos tener en claro lo que queremos en nuestras vidas y, de esta forma, podrán suceder cosas maravillosas dentro de nosotros, pues, la alegría de vivir de esta manera nos dará las sonrisas que el que no sabe lo que quiere nunca las tendrá.

El cambio radical a la superación en nosotros mismos no es cuando conquistamos las cosas fáciles o las ya conquistadas, el verdadero cambio proviene de cuando las cosas difíciles de la vida las construimos en fáciles, pues, nos enfrentaremos a grandes retos de los cuales mediremos nuestra valentía en contra de nuestra cobardía al no enfrentarnos a la realidad de los retos a superar.

Vivir por algo que amamos y es nuestra pación es el mejor y único camino para lograr que nuestra vida sea recordada por tan sólo enfrentar los momentos difíciles y vencerlos, sin temor a morir en su búsqueda.

Imagina que tu vida es una línea recta, y que todos los días al amanecer comienzas a caminarla, esta será eterna ante la mirada de tus ojos, ya que tu cuerpo y tu mente no saben el lugar y el momento de que se termine esa línea, de tal manera sólo nos queda caminar sobre esta línea recta y nunca detenernos, nunca mirar hacia atrás porque ese camino ya no lo volveremos a pisar ni lo volveremos a tener enfrente de nosotros.

Nuestra mayor debilidad, si dejamos que entre en nosotros es darnos por vencidos antes de morir; la única forma de llegar al éxito, es intentar una vez más y, cuantas veces sean las necesarias de lo que no podamos lograr.

Preocuparse por el futuro no es bueno, preocúpate por tu presente, en lo que estas logrando hoy, en lo que estás pensando en este momento, preocúpate por los que amas hoy no mañana, deja que el mañana tenga su tiempo, sea la consecuencia de un resultado de tu hoy.

Recuerda esto, al llegar la oscuridad lo más seguro en la vida es no haber conquistado lo que anhelabas, ya que los anhelos son por conquistar todos los días, mejor duerme pensando en que mañana harás lo que te falto por hacer o conquistar hoy, así tu vida no tendrá llene de ser mejor todos los días, paso a paso amanecer y tras anochecer.

Sólo espero detener un momento de la vida, para escuchar el latido de mi corazón y darme cuenta que los errores del pasado pueden ser los triunfos del mañana, ello, si reconozco que fallé y que los latidos de mi corazón me reclaman que debo de seguir, aunque mis lágrimas recorran mis mejillas.

Ya con esto me daré cuenta que mis triunfos deberán de emanar de mis caídas y no de mis logros alcanzados. Así poder darme cuenta de quién soy, de donde vengo y hasta donde puedo llegar si reconozco que falle, dándome cuenta que ese lugar en donde una vez estuve parado no era mi lugar y que el tiempo en que lo viví no era mi tiempo.

Todos tenemos un tiempo para hacer que las cosas sucedan y, sé también que existe un lapso en que el mismo tiempo hará que las cosas sucedan, y quizás no siempre a nuestro modo o conveniencia.

En nuestra vida siempre tendremos tormentas y fuertes vientos, pero, la paciencia nos dará los días en que esos tiempos difíciles se conviertan en alegres por tan sólo mantener la paciencia en nosotros mismos y la fe en Dios en que todo poco a poco y a su manera Él las cambiará.

Siempre necesitamos tener en claro lo que queremos en nuestras vidas y, de esta forma, podrán suceder cosas maravillosas dentro de nosotros, pues, la alegría de vivir de esta manera nos dará las sonrisas que el que no sabe lo que quiere nunca las tendrá.

El cambio radical a la superación en nosotros mismos no es cuando conquistamos las cosas fáciles o las ya conquistadas, el verdadero cambio proviene de cuando las cosas difíciles de la vida las construimos en fáciles, pues, nos enfrentaremos a grandes retos de los cuales mediremos nuestra valentía en contra de nuestra cobardía al no enfrentarnos a la realidad de los retos a superar.

Vivir por algo que amamos y es nuestra pación es el mejor y único camino para lograr que nuestra vida sea recordada por tan sólo enfrentar los momentos difíciles y vencerlos, sin temor a morir en su búsqueda.

Imagina que tu vida es una línea recta, y que todos los días al amanecer comienzas a caminarla, esta será eterna ante la mirada de tus ojos, ya que tu cuerpo y tu mente no saben el lugar y el momento de que se termine esa línea, de tal manera sólo nos queda caminar sobre esta línea recta y nunca detenernos, nunca mirar hacia atrás porque ese camino ya no lo volveremos a pisar ni lo volveremos a tener enfrente de nosotros.

Nuestra mayor debilidad, si dejamos que entre en nosotros es darnos por vencidos antes de morir; la única forma de llegar al éxito, es intentar una vez más y, cuantas veces sean las necesarias de lo que no podamos lograr.

Preocuparse por el futuro no es bueno, preocúpate por tu presente, en lo que estas logrando hoy, en lo que estás pensando en este momento, preocúpate por los que amas hoy no mañana, deja que el mañana tenga su tiempo, sea la consecuencia de un resultado de tu hoy.

Recuerda esto, al llegar la oscuridad lo más seguro en la vida es no haber conquistado lo que anhelabas, ya que los anhelos son por conquistar todos los días, mejor duerme pensando en que mañana harás lo que te falto por hacer o conquistar hoy, así tu vida no tendrá llene de ser mejor todos los días, paso a paso amanecer y tras anochecer.