Uno de los componentes más importantes de una democracia —aun en aquéllas incipientes como la mexicana— es, sin duda, la solidez de las instancias encargadas de organizar las elecciones y la fortaleza de sus procesos. Al inicio de este proceso electoral (2020-2021) muchas eran las dudas y suspicacias que levantaban una sombra sobre el INE, se vislumbraban grandes los retos que debía enfrentar. El primero, era la organización de la elección más grande del país, para lo cual, era necesaria la estrecha coordinación con los órganos electorales locales, el debido arbitraje y el oportuno desahogo de las controversias.
Sin duda, tuvimos un árbitro eficiente que respondió a las expectativas; destaco algunos de los momentos importantes: (i) regulación de la participación paritaria en las elecciones (incluidas las de gubernaturas); (ii) desechamiento de candidaturas que no reunían requisitos en casos de grupos sub representados; (iii) aplicación de sanciones a quienes violaron las disposiciones sobre financiamiento (la cancelación de las candidaturas de Guerrero y Michoacán, son las más importantes); (iv) llamado de atención a los funcionarios públicos (incluido el Presidente) por no mantener imparcialidad en sus funciones. A pesar de un ambiente adverso, que incluyó amenazas personales a los Consejeros y Consejeras del INE, se organizó una elección ejemplar, salvo algunos casos focalizados, las casillas se instalaron puntualmente y las personas que estuvieron en las casillas recibieron y contaron el voto de sus vecinos y vecinas.
La participación a nivel federal fue casi del 53%; de acuerdo con los resultados preliminares: la Coalición Juntos Haremos Historia (Morena, Verde, PT) obtuvo 121 Distritos Federales, Morena 64; la Coalición Va por México (PAN, PRI, PRD) consiguió 63 Distritos, el PAN 33; el PRI 11, MC 7 y el Partido Verde 1. A nivel local Morena gana 11 de las 15 Gubernaturas en disputa, esto cambia el escenario político nacional: Morena gobernará 16 estados, el PAN 8, el PRI 4, MC 2, VERDE 1 y ENCUENTRO SOCIAL 1. Lo ocurrido en la Ciudad de México es de destacar: el mapa de la ciudad quedó dividido en dos, la Coalición Morena-PT gano 7 Alcaldías y la Coalición PAN-PRI-PRD obtuvo el triunfo en 8 Alcaldías, 1 el PAN.
Este panorama nos presenta a un México plural, en el que la ciudadanía decidió emitir su voto por diversas fuerzas políticas y con una organización electoral impecable, lo que nos deja en claro que la Democracia mexicana goza de buena salud. Las ciudadanas y ciudadanos premiaron o castigaron a sus gobernantes, les pidieron cuentas a través del voto. Recordemos a Sartori, quien señala: “Hablamos de democracia para aludir, a grandes rasgos, a una sociedad libre, no oprimida por “n” poder político discrecional e incontrolado, ni dominada por una oligarquía cerrada y restringida, donde los gobernantes ‘responden” ante los gobernados”[1] (Sartori,1993).
[1]Giovanni. ¿Qué es la Democracia?
