/ lunes 19 de abril de 2021

Transformar los problemas en soluciones. 4 ejes para la 4T en Zacatecas, parte 2

En la entrega anterior de esta columna les hablé de los 4 pilares que hemos considerado como fundamentales para el desarrollo económico en Zacatecas. Hoy, después de otra semana visitando los maravillosos pueblos de nuestro estado, estoy más convencido que nunca de que el siguiente, el turismo, será bastión de nuestra economía, y de que vamos a recuperar esa reputación de tierra bella que nunca debió perderse.

III

Vuelvo a recordar a López Velarde en estas visitas, y su poema “Domingos de provincia”, de La sangre devota: “En los claros domingos de mi pueblo, es costumbre / que en la Plaza descubran las gentiles cabezas / las mozas, y sus ojos reflejan dulcedumbre / y la banda en el kiosco toca lánguidas piezas”.

Me gusta pensar que aquellas viejas costumbres se mantienen, que el tiempo solo rosa el sentimiento. Claro está, los cambios son tan inevitables como necesarios, pero también me gusta pensar, como lo hacía el poeta, en la palabra provincia con cariño, no con el desdén que se le atribuye hoy en día. La provincia es un lugar de añoranza, que nos permite imaginar otros tiempos: los de nuestros padres, los de nuestros abuelos. Así imagino aquellos tiempos mientras recorro tierras hermosas, y creo que esta provincia será un destino sin igual para el turismo.

Zacatecas tiene seis pueblos mágicos, con esa verdadera magia, que asombra y calma: Sombrerete, Jerez, Pinos, Teúl, Nochistlán y Guadalupe, son pueblos que maravillan en cada visita. Tenemos numerosos y sublimes santuarios que son destino de peregrinaje a lo largo del año, y podemos generar las condiciones para que lo sean con más fuerza. Sé que seremos destino espiritual imprescindible. Vamos a recuperar la callejoneada, el turismo de aventura en nuestros preciosos paisajes naturales, y todas esas bonitas tradiciones.

IV

Quizás este último eje no suene tan idílico como el anterior, pero es igual de importante y necesario para que las y los zacatecanos tengan vidas dignas, plenas. Es bien sabido que las actividades secundarias, como la de la industria de la manufactura, se han visto mermadas con la contingencia sanitaria, que se han perdido empleos, que hay familias sufriendo por llevar el pan a la mesa, pues la industria en Zacatecas es la principal fuente de empleos formales.

Esta situación está a punto de cambiar, porque ya estamos saliendo de esa crisis y la vamos a afrontar con responsabilidad, trabajo y compromiso. Necesitamos que la industria ofrezca salarios dignos para las y los trabajadores; necesitamos, por supuesto, que estas empresas sean social y medioambientalmente responsables, pues cuidar la tierra es cuidar a las personas que amamos.

En la entrega anterior de esta columna les hablé de los 4 pilares que hemos considerado como fundamentales para el desarrollo económico en Zacatecas. Hoy, después de otra semana visitando los maravillosos pueblos de nuestro estado, estoy más convencido que nunca de que el siguiente, el turismo, será bastión de nuestra economía, y de que vamos a recuperar esa reputación de tierra bella que nunca debió perderse.

III

Vuelvo a recordar a López Velarde en estas visitas, y su poema “Domingos de provincia”, de La sangre devota: “En los claros domingos de mi pueblo, es costumbre / que en la Plaza descubran las gentiles cabezas / las mozas, y sus ojos reflejan dulcedumbre / y la banda en el kiosco toca lánguidas piezas”.

Me gusta pensar que aquellas viejas costumbres se mantienen, que el tiempo solo rosa el sentimiento. Claro está, los cambios son tan inevitables como necesarios, pero también me gusta pensar, como lo hacía el poeta, en la palabra provincia con cariño, no con el desdén que se le atribuye hoy en día. La provincia es un lugar de añoranza, que nos permite imaginar otros tiempos: los de nuestros padres, los de nuestros abuelos. Así imagino aquellos tiempos mientras recorro tierras hermosas, y creo que esta provincia será un destino sin igual para el turismo.

Zacatecas tiene seis pueblos mágicos, con esa verdadera magia, que asombra y calma: Sombrerete, Jerez, Pinos, Teúl, Nochistlán y Guadalupe, son pueblos que maravillan en cada visita. Tenemos numerosos y sublimes santuarios que son destino de peregrinaje a lo largo del año, y podemos generar las condiciones para que lo sean con más fuerza. Sé que seremos destino espiritual imprescindible. Vamos a recuperar la callejoneada, el turismo de aventura en nuestros preciosos paisajes naturales, y todas esas bonitas tradiciones.

IV

Quizás este último eje no suene tan idílico como el anterior, pero es igual de importante y necesario para que las y los zacatecanos tengan vidas dignas, plenas. Es bien sabido que las actividades secundarias, como la de la industria de la manufactura, se han visto mermadas con la contingencia sanitaria, que se han perdido empleos, que hay familias sufriendo por llevar el pan a la mesa, pues la industria en Zacatecas es la principal fuente de empleos formales.

Esta situación está a punto de cambiar, porque ya estamos saliendo de esa crisis y la vamos a afrontar con responsabilidad, trabajo y compromiso. Necesitamos que la industria ofrezca salarios dignos para las y los trabajadores; necesitamos, por supuesto, que estas empresas sean social y medioambientalmente responsables, pues cuidar la tierra es cuidar a las personas que amamos.