/ lunes 22 de julio de 2019

Acepté mi reto sin miedos

Todo crecerá y será mejor, cuando empecemos a trabajar, cuando nuestros esfuerzos venzan nuestras debilidades y nuestra valentía venza nuestros temores; todo nuestro alrededor será más claro, será más positivo, tendrá una vida y será fruto germinado de un gran esfuerzo.

Serás dueño de tus decisiones, serás lo que logres hacer, serás dueño de ti mismo. Toma tus decisiones con valentía, despréndete de este mundo lleno de mediocridades y de los falsos logros. Y que no importe tu dolor, ni tus gustos mundanos, eres libre de escoger y tomar tus caminos de ser hoy feliz luchando para lograrlo todo y ganándolo muriendo.

No importa que te digan que estás loco, que te griten que nunca podrás hacerlo, sólo ama lo que dicte tu corazón y emane de tu mente llena de valor. No mires más hacia atrás, ya todo esto es historia, es un pasado que no volverá.

Conviértete en un guerrero y lucha cuerpo a cuerpo contra todos, solo así y de esta manera, la historia de los grandes guerreros escribirá tu nombre con letras de oro, como lo fueron ellos, y tu nombre quedará escrito para la eternidad.

Nunca temas al que te rete o maldiga tu esfuerzo, dale la cara y enfréntalo, demuéstrale que tú estás en esta vida para ser mejor todos los días que te restan por vivir. No lo humilles, sólo destrózalo, no blasfemes solo aniquílalo, pero con principios de vida y no de muerte.

Qué no importe que tan grande sean sus triunfos o su valor, tu lucha por tu vida y tus principios, por tu orgullo y tu valentía, y si la primera vez no puedes vencerlo, insiste una y otra vez, cuantas veces sean necesarias mientras tengas aun el último suspiro de vida.

Ten fe en tu esfuerzo, ésta será tu mejor arma letal para vencer y ser mejor… Ten fe al llorar que también es de hombres…Ten fe cuando veas que el camino es largo y no le ves su final…Ten fe cuando sientas dolor y veas brotar sangre de tu cuerpo … Ten fe cuando caigas, pues esta te dará el valor de ponerte en pie y seguir caminando…Ten fe cuando te sientas solo y veas en la oscuridad sombras a la anochecer…Ten fe en tu espada que te cuidará en las más duras batallas de la vida…Y nunca dejes de tener fe.

No tengas miedo al intentarlo, solo piensa en terminar con los brazos en alto y la sonrisa de haber intentado todo lo posible y logrado lo imposible. No tengas miedo de llegar al sol y descansar sobre las estrellas. No tengas miedo a morir, pues, para eso nacimos, y mientras tengas vida, vive sólo para ser mejor, y no pienses en morir, ya que este día lo tenemos ya marcado por Dios quien es el único dueño de nuestros días.

Encuéntrate con el camino al triunfo y síguelo, no te pares, no te venzas, no te rindas, enfréntalos y rétalos uno por uno. Y si el día del final llega, recíbelo feliz de haber luchado día a día, sin haber tenido miedo, y sin dar un solo paso atrás. Espéralo con el puño de tu mano izquierda sobre tu hombro, y con la derecha tu brazo empuñando tu espada, en señal de victoria.

Todo quedará muy claro y escrito al terminar tu camino, y cuando llegue el momento de darle el último suspiro a Dios, quien nos dio el primer soplo de vida, de la cual luchaste para ser mejor, allí estarás orgulloso de tu último suspiro.

Todo crecerá y será mejor, cuando empecemos a trabajar, cuando nuestros esfuerzos venzan nuestras debilidades y nuestra valentía venza nuestros temores; todo nuestro alrededor será más claro, será más positivo, tendrá una vida y será fruto germinado de un gran esfuerzo.

Serás dueño de tus decisiones, serás lo que logres hacer, serás dueño de ti mismo. Toma tus decisiones con valentía, despréndete de este mundo lleno de mediocridades y de los falsos logros. Y que no importe tu dolor, ni tus gustos mundanos, eres libre de escoger y tomar tus caminos de ser hoy feliz luchando para lograrlo todo y ganándolo muriendo.

No importa que te digan que estás loco, que te griten que nunca podrás hacerlo, sólo ama lo que dicte tu corazón y emane de tu mente llena de valor. No mires más hacia atrás, ya todo esto es historia, es un pasado que no volverá.

Conviértete en un guerrero y lucha cuerpo a cuerpo contra todos, solo así y de esta manera, la historia de los grandes guerreros escribirá tu nombre con letras de oro, como lo fueron ellos, y tu nombre quedará escrito para la eternidad.

Nunca temas al que te rete o maldiga tu esfuerzo, dale la cara y enfréntalo, demuéstrale que tú estás en esta vida para ser mejor todos los días que te restan por vivir. No lo humilles, sólo destrózalo, no blasfemes solo aniquílalo, pero con principios de vida y no de muerte.

Qué no importe que tan grande sean sus triunfos o su valor, tu lucha por tu vida y tus principios, por tu orgullo y tu valentía, y si la primera vez no puedes vencerlo, insiste una y otra vez, cuantas veces sean necesarias mientras tengas aun el último suspiro de vida.

Ten fe en tu esfuerzo, ésta será tu mejor arma letal para vencer y ser mejor… Ten fe al llorar que también es de hombres…Ten fe cuando veas que el camino es largo y no le ves su final…Ten fe cuando sientas dolor y veas brotar sangre de tu cuerpo … Ten fe cuando caigas, pues esta te dará el valor de ponerte en pie y seguir caminando…Ten fe cuando te sientas solo y veas en la oscuridad sombras a la anochecer…Ten fe en tu espada que te cuidará en las más duras batallas de la vida…Y nunca dejes de tener fe.

No tengas miedo al intentarlo, solo piensa en terminar con los brazos en alto y la sonrisa de haber intentado todo lo posible y logrado lo imposible. No tengas miedo de llegar al sol y descansar sobre las estrellas. No tengas miedo a morir, pues, para eso nacimos, y mientras tengas vida, vive sólo para ser mejor, y no pienses en morir, ya que este día lo tenemos ya marcado por Dios quien es el único dueño de nuestros días.

Encuéntrate con el camino al triunfo y síguelo, no te pares, no te venzas, no te rindas, enfréntalos y rétalos uno por uno. Y si el día del final llega, recíbelo feliz de haber luchado día a día, sin haber tenido miedo, y sin dar un solo paso atrás. Espéralo con el puño de tu mano izquierda sobre tu hombro, y con la derecha tu brazo empuñando tu espada, en señal de victoria.

Todo quedará muy claro y escrito al terminar tu camino, y cuando llegue el momento de darle el último suspiro a Dios, quien nos dio el primer soplo de vida, de la cual luchaste para ser mejor, allí estarás orgulloso de tu último suspiro.