/ miércoles 2 de mayo de 2018

El humanismo en la educación

Hablar de humanismo, es estar consciente de que es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste entonces en reflexionar y velar por que el hombre se eduque humano y no un inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia.

El humanismo va más allá de lo que cultural e históricamente se ha planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.

Por ejemplo, el hombre, en palabras del filósofo español, Fernando Savater, pasa por dos gestaciones: la primera, que le da la vida; la segunda, la educación y es a través de ellas que se construye la interrelación entre hombre y sociedad, por lo tanto, es obligación de la sociedad preparar al hombre para su integración a ella, para transformarla y desarrollarla.

Es a partir de la idea de Savater que, parafraseando a Balmes, nos permite correlacionar la importancia de la educación humanista al mencionarque “la educación es al hombre lo que el molde al barro, le da forma”; por tanto, la educación intelectual tiene su origen en el estimulo de los sentimientos a lo largo de la formación.

Es así como, a través de la educación, tanto la sociedad, la escuela y la familia, al niño y adolescente se le puede educar o maleducar con acción y omisión, con ausencia y con presencia, o como diría Aristóteles. “por exceso o por defecto de mimos y tentaciones.

Es pues en estas reflexiones que a juicio personal la escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido.

La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad en general, es necesario actuemos con apego a principios, seamos más reflexivos con neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que conformamos esta sociedad, seamos más abiertos, actuemos sin inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación, basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos más humanos, que nos ayude a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos.

Nos leemos en la próxima. VIVA LA VIDA



Hablar de humanismo, es estar consciente de que es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste entonces en reflexionar y velar por que el hombre se eduque humano y no un inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia.

El humanismo va más allá de lo que cultural e históricamente se ha planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.

Por ejemplo, el hombre, en palabras del filósofo español, Fernando Savater, pasa por dos gestaciones: la primera, que le da la vida; la segunda, la educación y es a través de ellas que se construye la interrelación entre hombre y sociedad, por lo tanto, es obligación de la sociedad preparar al hombre para su integración a ella, para transformarla y desarrollarla.

Es a partir de la idea de Savater que, parafraseando a Balmes, nos permite correlacionar la importancia de la educación humanista al mencionarque “la educación es al hombre lo que el molde al barro, le da forma”; por tanto, la educación intelectual tiene su origen en el estimulo de los sentimientos a lo largo de la formación.

Es así como, a través de la educación, tanto la sociedad, la escuela y la familia, al niño y adolescente se le puede educar o maleducar con acción y omisión, con ausencia y con presencia, o como diría Aristóteles. “por exceso o por defecto de mimos y tentaciones.

Es pues en estas reflexiones que a juicio personal la escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido.

La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad en general, es necesario actuemos con apego a principios, seamos más reflexivos con neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que conformamos esta sociedad, seamos más abiertos, actuemos sin inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación, basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos más humanos, que nos ayude a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos.

Nos leemos en la próxima. VIVA LA VIDA



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