/ lunes 12 de abril de 2021

El metodólgo del deporte │ Mi primer mes en el gimnasio

Los que asistimos a los gimnasios para hacer ejercicio con regularidad, hemos visto como infinidad de gentes se inscriben con todos los propósitos de mejorar o cumplir un objetivo, y a la vuelta de dos meses la mitad ya no asistieron, en pocas palabras se rindieron. Esto en muy común en cualquier disciplina deportiva.

La verdad puede ser la siguiente, los llamados propósitos no los conocen, sólo van a ver cómo les va a la vuelta de un mes; son personas que no están acostumbradas a la disciplina aplicada a los objetivos o propósitos y, la mayoría de ellos están hechos por su forma de ser y, viven en un línea de confort, que para qué cansarse tanto o por qué tengo que ir a diario al gimnasio.

Para ellos, al compañero que ven que cada día se supera con su trabajo diario le llaman vanidad o ego, cuando están en un gran error, se llama superación, valentía de lograr hacer mejor las cosas día con día por medio del sacrificio.

Metodológicamente, el deporte es salud física y mental, es una forma de vida, además es una forma de encontrarte contigo mismo por medio de la lucha que a diario se lleva a cabo por años de aprendizaje, mejorando tu autoestima y tu forma de ser, no sólo con tus compañeros de gimnasio sino, en tu trabajo y en el seno de tu familia.

Estas personas que seguido cambian de gimnasios, en busca de uno cómodo a sus necesidades de mediocridad, nunca llegan a lograr cosas grandes y admiradas por quienes conocieron de su entrega al sacrificio y a la disciplina.

La vida como el deporte, es para caminarla día a día, con alegría de ir haciendo mejor las cosas e ir aprendiendo cosas nuevas que se van mejorando con nuestro caminar, llevando la bandera de la disciplina y el estandarte de la valentía; las cosas grandes, como los grandes propósitos, se irán construyendo con calma, paciencia y determinación, pues, la vida de quien se entrega a sus principios inculcados por sus padres o su entrenador serán las columnas fuertes, que podrán sostener todo lo que propongan conquistar sin entrar a la línea del confort y, terminando en la mediocridad y la vergüenza.

Estemos consientes que entre más nos entreguemos a nuestros principios, cosas hermosas saldrán dentro de ellas, brotando por nosotros mismos, como son alegría, risa, felicidad, entusiasmo, y todo lo que no sólo a nosotros nos haga feliz, sino, a los que nos rodean todos los días de nuestra vida.

La forma de estar conscientes de encontrar todo esto, comienza con una paz interna, dirigida por Dios que nos enseñará el camino para saber llegar a lo que deseemos con valores y principios durante el tiempo que él nos preste de vida.

El deportista que llega a lograr sus metas, es aquel que encontró su propia valentía dentro de su paz interna, pues, será feliz y su lucha será recordada, sus huellas se llenarán de seguidores de quienes en verdad deseen cosas grandes y maravillosas.

Al entrar en la vida, no es como entrar a un gimnasio a preguntar cuenta cuesta el mes, y ver si los aparatos que están adentro me gustan para quedarme o salirme cuando lo desee o cuando se me venza el primer mes de mi inscripción.

Los que asistimos a los gimnasios para hacer ejercicio con regularidad, hemos visto como infinidad de gentes se inscriben con todos los propósitos de mejorar o cumplir un objetivo, y a la vuelta de dos meses la mitad ya no asistieron, en pocas palabras se rindieron. Esto en muy común en cualquier disciplina deportiva.

La verdad puede ser la siguiente, los llamados propósitos no los conocen, sólo van a ver cómo les va a la vuelta de un mes; son personas que no están acostumbradas a la disciplina aplicada a los objetivos o propósitos y, la mayoría de ellos están hechos por su forma de ser y, viven en un línea de confort, que para qué cansarse tanto o por qué tengo que ir a diario al gimnasio.

Para ellos, al compañero que ven que cada día se supera con su trabajo diario le llaman vanidad o ego, cuando están en un gran error, se llama superación, valentía de lograr hacer mejor las cosas día con día por medio del sacrificio.

Metodológicamente, el deporte es salud física y mental, es una forma de vida, además es una forma de encontrarte contigo mismo por medio de la lucha que a diario se lleva a cabo por años de aprendizaje, mejorando tu autoestima y tu forma de ser, no sólo con tus compañeros de gimnasio sino, en tu trabajo y en el seno de tu familia.

Estas personas que seguido cambian de gimnasios, en busca de uno cómodo a sus necesidades de mediocridad, nunca llegan a lograr cosas grandes y admiradas por quienes conocieron de su entrega al sacrificio y a la disciplina.

La vida como el deporte, es para caminarla día a día, con alegría de ir haciendo mejor las cosas e ir aprendiendo cosas nuevas que se van mejorando con nuestro caminar, llevando la bandera de la disciplina y el estandarte de la valentía; las cosas grandes, como los grandes propósitos, se irán construyendo con calma, paciencia y determinación, pues, la vida de quien se entrega a sus principios inculcados por sus padres o su entrenador serán las columnas fuertes, que podrán sostener todo lo que propongan conquistar sin entrar a la línea del confort y, terminando en la mediocridad y la vergüenza.

Estemos consientes que entre más nos entreguemos a nuestros principios, cosas hermosas saldrán dentro de ellas, brotando por nosotros mismos, como son alegría, risa, felicidad, entusiasmo, y todo lo que no sólo a nosotros nos haga feliz, sino, a los que nos rodean todos los días de nuestra vida.

La forma de estar conscientes de encontrar todo esto, comienza con una paz interna, dirigida por Dios que nos enseñará el camino para saber llegar a lo que deseemos con valores y principios durante el tiempo que él nos preste de vida.

El deportista que llega a lograr sus metas, es aquel que encontró su propia valentía dentro de su paz interna, pues, será feliz y su lucha será recordada, sus huellas se llenarán de seguidores de quienes en verdad deseen cosas grandes y maravillosas.

Al entrar en la vida, no es como entrar a un gimnasio a preguntar cuenta cuesta el mes, y ver si los aparatos que están adentro me gustan para quedarme o salirme cuando lo desee o cuando se me venza el primer mes de mi inscripción.