La llamada profesión docente constituye, sin lugar a dudas, una de las actividades que ha invitado al estudio y a la reflexión del pensamiento educativo. No importa cuáles sean las denominaciones con las que se ha definido esta práctica: maestro, profesor, enseñante o docente; existe una amplia evidencia del interés por analizar dicha práctica a través de la historia.
Es importante tener claro que la actividad docente, tal como la conocemos, sólo se conformó en cuanto se fue estructurando el sistema educativo. Ciertamente los didactas de las Reformas, han establecido una discusión sobre la función del docente, la cual se encuentra vinculada a un trabajo que a través de la historia ha intentado modificar su esencia, sin encontrar un cambio sustancial y de fonda dicha labor.
Actualmente es posible determinar que, en nuestra sociedad, urgida de crecimiento social, económico y profesional, la educación se demanda como un satisfactor material más. Realmente la sociedad no le pide a la escuela de manera objetiva, calidad educativa a fondo y largo plazo, sino resultados inmediatos: Cantidad de memorización, habilidad mecanizada y certificado de prestigio.
La eficiencia y la eficacia del proceso educativo depende, entre otras cosas, de saber ofrecer y evaluar el proceso de cada alumno. Cada vez es más difícil conocer sus límites y potencialidades. Es imprescindible conocer a aquellos con quienes queremos comunicamos, por lo que la atención a la diversidad es un punto de quiebre que requiere de ser tomado en cuenta hoy en día.
Actualmente para la labor docente, no es posible hablar de generaciones homologables (Los baby boomers, los hypies, los yupies, la generación X… etc.) sino de grupos de jóvenes que en su esencia y capacidad cognitiva son diferentes entre sí. Es increíble cómo cambia la situación de un curso al siguiente. No sólo son distintos en menos tiempo, sino que son más diversos entre ellos mismos. Este es un gran reto docente...
Es por ello, que si los docentes tienen claro que no es lo mismo entrenar que educar; el principal reto al que se debe enfrentar lo es sin duda, conocer y ser congruente con el modelo educativo con el que colabora y forma a sus educandos; de ahí la importancia histórica que enfrenta el sistema educativo nacional.En honor a la verdad la formación de docentes no fue un tema de interés prioritario durante muchas décadas y hasta hace algunos años es que se vislumbra un proyecto de cómo deberá de cambiar cualitativamente este sector.
Estimado lector, agradezco de antemano la atención prestada al presente. Nos leemos la próxima semana y espero que haya sido de su agrado. ¡VIVA LA VIDA!