Las tabletas digitales presentan para la Secretaria de Educación Pública una oportunidad de preparar a los pequeños para la sociedad actual, donde la tecnología es un elemento fundamental en el desarrollo cognitivo y académico de los niños y no solo un instrumento de entretenimiento y distracción.

Sin embargo, nos encontramos con posturas completamente contrarias en el uso de éste tipo de herramientas tecnológicas en educación. Por un lado, están aquellos que defienden el poder de estos dispositivos y la influencia positiva que podrían tener en los métodos educativos, y por otro, hay quienes opinan en contra de la incorporación de estos dispositivos en los centros escolares, argumentando que son herramientas que distraen y enajenan a los alumnos.

Muchos expertos en la actualidadhablan de los beneficios y de los riesgos de usar el IPad (tabletas digitales) desde edades tempranas, cuando aún no saben ni leer ni escribir y están en pleno desarrollo intelectual y psicomotriz. Por ejemplo, la Asociación Japonesa de Pediatría empezó una campaña para restringir el uso prolongado de los móviles y tabletas; ellos tienen claro que los bebés de 0 a 2 años no deben tener contacto alguno con la tecnología; los de 3 a 5 años, debe ser restringido a una hora/día; de 6 a 18 años la restricción debería ser a 2 horas/día. Todo ello, de acuerdo a un uso libre y poco metodologizado, entendiendo que pocos son los resultados que se tienen en la integración de su uso en procesos académicos formales.

Es claro que el uso indiscriminado de este tipo de recursos y sobre todo sin vigilancia ni con objetivos académico y de crecimiento cognitivo, puede llevar a un alumno a crear hábitos inapropiados y poco alentadores para su crecimiento académico.

Se está, por tanto, ante un gran reto, sin dejar de lado que al mismo tiempo es un área de oportunidad para que éstas herramientas, bien encausadas, sean los recursos innovadores con los que el sistema educativo cuente para la construcción de los paradigmas educativos que hoy se requieren.

Es fundamental, por tanto, no quedarse en el escenario de la especulación entorno al uso de éste tipo de herramientas tecnológicas; y solo asumir una postura de si se está a favor o en contra. Lo fundamental está en el conocimiento de lo que éstas pueden transformar en los procesos de enseñanza y de aprendizaje; de ahí su importancia e implementación.

Estimado lector, deseo que haya sido de su interés, nos leemos en la próxima. VIVA LA VIDA